En la actualidad esta estadística se sitúa entre el 20 y el 30 por ciento, según explica Marcel Íbero, presidente de la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alérgica Pediátrica
Las enfermedades alérgicas están aumentado de forma constante en todos los países con un «sistema de vida occidental», de manera que si estas cifras continúan en la misma proyección, en el año 2025 entre el 40 y el 50 por ciento de la población de esta parte del mundo sufrirá algún problema alérgico.
En la actualidad esta estadística se sitúa entre el 20 y el 30 por ciento, según ha explicado este jueves en rueda de prensa Marcel Íbero, presidente de la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alérgica Pediátrica (SEICAP), organizadora del XXXVII Congreso nacional que hasta el próximo sábado reúne a 450 especialistas en Ávila.
Íbero ha manifestado que el hecho de que los niños se desarrollen «en un ambiente de asepsia, con ausencia de gérmenes, rodeados de una higiene excesiva, con tanta esterilización, vacunados de todo y sin riesgo de infecciones, provoca que su sistema inmunológico no active el mecanismo de defensa, sino el que favorece las alergias».
En este sentido, los datos aportados por la SEICAP aluden a un estudio reciente de la revista «Inmunity», según el cual la exposición a los gérmenes del medio ambiente en niños pequeños permite «un desarrollo normal del sistema inmune», lo que contribuye a «evitar futuras alergias» y a «proteger de infecciones».
Al respecto, el presidente de la SEICAP ha sostenido que en el ambiente de gérmenes que puede existir en los países menos desarrollados o con carencias sanitarias «la respuesta inmunológica TH2, con la que nacen los niños y que favorece las alergias, se convierte en TH1, la que activa la defensa para combatir las infecciones».
«Podemos tener más niños alérgicos, pero nuestro sistema de vida nos ha evitado que nuestros niños tengan difteria, tétanos, poliomielitis o meningitis», ha apuntado Marcel Íbero, quien ha aclarado, en este sentido, que «podemos tener más niños alérgicos, pero evitamos, con mucho, que se mueran por enfermedades infecciosas».
Por su parte, el doctor Luis García Marcos, del Servicio de Alergología Pediátrica del Hospital «Virgen de la Arrixaca» de Murcia, ha considerado que el progreso y la occidentalización han favorecido la «aparición de cambios en el estilo de vida de las personas que viven en países desarrollados».
Desde su punto de vista, esta circunstancia «ha modificado sus hábitos de higiene, de alimentación e incluso la decoración de sus casas», algo que unido a la contaminación provoca «cambios en el sistema inmunológico de los niños ya desde el vientre de la madre».
En este contexto, los organizadores han aludido a un informe del Centro Nacional de Estadísticas de Salud Pública (NCHS) de Estados Unidos, confirmando el aumento de niños con alergias, especialmente entre las familias con los ingresos más elevados.
En el ámbito nacional, Marcel Íbero ha señalado que España tiene un «déficit de alergólogos pediátricos», aunque en el caso de ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia cuentan con equipos «muy completos».
Por otra parte, el presidente de la SEICAP ha señalado que «uno de los problemas de la pediatría en España» radica en que «los problemas presupuestarios» están haciendo que las dotaciones de pediatras estén «a la baja» y que en algunas comunidades se cubran estas plazas con médicos de familia.
En su opinión, esta circunstancia supone imitar el sistema británico del «practitioner -médico de familia-» que, según ha dicho, ha duplicado la mortalidad infantil en niños menores de 3 años desde 1995, lo que está haciendo que aquel país se este «replanteando un modelo que se ha demostrado fracasado».
Agencias