La mañana de este viernes fue confirmada la muerte del exdictador argentino Jorge Rafael Videla, condenado a 50 años de prisión por delitos de lesa humanidad cometidos durante sus años de gobierno, comprendidos entre 1976 y 1981, tras el golpe militar que derrocó a la presidenta María Estela Martínez de Perón.
El director del Servicio Penitenciario Federal, Víctor Hortel, informó que Videla murió por causa natural en el centro penitenciario de Marcos Paz, donde se encontraba recluido, reseñó la agencia Telam. El anuncio causó estupor en la comunidad argentina y desde la madrugada ha generado reacciones por distintas redes sociales.
Estela de Carlotto, presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo -organización que ha luchado por más de 30 años por identificar y devolver a sus familias a los niños secuestrados durante la dictadura-, expresó «la historia evaluará el genocidio y el oprobio de la dictadura cívico-militar que encabezó y de lo que no se arrepintió».
La defensora de derechos humanos repudió que Videla nunca pidiera perdón por los asesinatos, las torturas y las desapariciones forzosas «no se arrepiente el que no pide perdón, el que no repara o trata de reparar e insiste en eliminar al que piensa distinto y para hacerlo invoca la protección de Dios».
Por su parte, Martín Fresneda, quien es secretario de Derechos Humanos de la Nación, señaló «la justicia ha podido juzgar al principal responsable del genocidio en el país antes de su muerte, entonces celebro eso: la justicia».
De la misma manera, varios dirigentes de la política argentina se pronunciaron a través de la red social Twitter y manifestaron sus impresiones acerca de la muerte del genocida.
Hermes Juan Binner, integrante del Partido Socialista de Argentina, expresó: «Murió Videla: lloramos las 30.000 víctimas de su dictadura».
Hernan Lombardi, ministro de Cultura del gobierno en la ciudad de Buenos Aires, sostuvo: «Murió Videla, un tirano sangriento. La democracia argentina tuvo el valor de juzgarlo y condenarlo».
La diputada porteña Gabriela Cerruti escribió: «Murió Videla juzgado, condenado y cumpliendo su sentencia. La lucha por la verdad, la justicia y la memoria continúa».
El hombre que encabezó la dictadura autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, murió a las 87 años de edad, mientras cumplía dos condenas a cadena perpetua.
Condenas a Videla
Videla había sido juzgado por primera vez en 1985, dos años después de la recuperación de la democracia, por la denominada causa XIII, en la que se englobaban numerosos crímenes durante la dictadura. Por esa causa, había recibido reclusión perpetua.
En agosto de 2010, la Corte Suprema de Justicia determinó que los indultos recibidos durante la presidencia de Carlos Menem eran inconstitucionales y cuatro meses más tarde Videla recibió otra condena a reclusión perpetua, esta esta vez determinada por el tribunal en Córdoba.
El 5 de julio de 2012, en un juicio histórico, se lo sentenció a 50 años de prisión luego de que el tribunal que lo juzgó lo encontrara culpable por el delito de secuestro y sustracción de identidad a menores, causa conocida como «robo de bebés».
En la actualidad, Videla era juzgado desde el 5 de febrero, junto a otros 25 imputados, por crímenes de lesa humanidad cometidos como parte del Plan Cóndor, como se denominó al acuerdo entre dictaduras suramericanas para perseguir a opositores políticos fuera de sus propios países.
La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Federal de la Capital Federal lo halló penalmente responsable de numerosos homicidios calificados, 504 privaciones ilegales de la libertad calificada, torturas, robos agravados, falsificaciones ideológicas de documento público, usurpaciones, reducciones a servidumbre, extorsión, secuestros, supresión de documento, sustracciones de menores y torturas seguidas de muerte.
AVN