Son quince años en el poder, se dicen fáciles pero eso representa casi cuatro periodos presidenciales en cualquier país latinoamericano. Son quince años que analizaremos en conjunto, pues como se encargó de “aclararnos” el TSJ, aquí ha imperado la continuidad administrativa. Personalmente prefiero llamar a esto continuismo del desorden administrativo, donde las mismas caras han sido rotadas periódicamente en los ministerios y si lo han hecho muy mal se ganan una gobernación o una embajada.
Con quince años este gobierno no baila al son del vals, sino del hampa. La inseguridad fue el principal problema con el que asumió el presidente Hugo Chávez en 1999. Si, ya era un problema, pero que para entonces cobraba cinco mil vidas anuales, no veinte mil ¡Y no me digan que el incremento se debe al aumento de la población! Un problema que tras una década y cinco años se ha convertido en la principal causa de muerte en nuestro país, que nos coloca con una tasa de muertes superior a la de una nación en guerra.
Con tantos años en el poder, planes no les han faltado, para ser exactos llevan veintiuno, sumando el más reciente: “Plan Patria Segura”. Que al igual que el primer plan del presidente Chávez en 1999 consiste en usar efectivos militares en labores de seguridad ciudadana. No está leyendo mal, el primer plan de la quinta consistió en el “novedoso” mecanismo de llenar las calles de militares bajo el nombre de Plan Nacional de Seguridad Ciudadana, dirigido por el entonces ministro de Interior y Justicia, Luis Miquilena. El primero de la larga lista de ministros que ha pasado por esa cartera, doce en quince años.
Le siguió a los meses otro plan, que se proponía abordar el problema de la seguridad de una forma más integral, haciendo de las cárceles lugares de reinserción social. Este se llamó Plan de Desarrollo Pacifico de las Cárceles. Pasaron los meses y no había resultados, por lo que era urgente inventarse una nueva para que la ciudadanía creyera que se estaba trabajando. En este sentido se les ocurrió la idea de refundar el Plan de Seguridad Ciudadana prometiendo una “lucha frontal y sin tregua contra el delito”.
Pero los índices de inseguridad siguieron subiendo sin control, al parecer algo estaba saliendo mal para desgracia de los venezolanos. Ante las criticas el gobierno lanza en 2001 el Plan Confianza ¿Adivinen en qué consistía? En sacar a los militares que se suponían ya estaban afuera resguardando a los ciudadanos. Pero se sorprenderán aun más con lo que viene, también se usaron militares en el Plan Desarme, Plan de Seguridad Ciudadana Integral y en el Plan Polito de Seguridad ¿Los resultados? A la vista de todos.
Vino entonces la necesidad de lavarse la cara en 2006 ante unas nuevas elecciones presidenciales y el gobierno lanza tres nuevos planes de seguridad en menos de seis meses: Plan Nacional de Control de Armas, Plan Integral de Seguridad Misión Caracas y el Plan Estratégico de Convivencia y Seguridad Ciudadana. Todos con grandes actos en cadena de radio y televisión, asegurando que ahora si se iba a trabajar por la seguridad.
La gente se creyó el cuento, ganaron la reelección y se olvidaron del tema nuevamente. A los años anuncian nuevamente una batería de planes para “darle la guerra al hampa”, el más pintoresco de todos fue el Plan Ruta Segura, donde se aseguraba que en las camioneticas viajaría un militar para resguardar a los pasajeros ¿Lo recuerda? ¿Recuerda cuántas veces vio al militar en la camionetica? De nuevo eran los militares el elemento “innovador” en la propuesta.
Luego vinieron otra serie de planes del mismo corte, La Operación Cangrejo, Plan Madrugonazo, la Guardia del Pueblo y a días de las elecciones del 2012 nace la “Misión a Toda Vida Venezuela”, que acaba de ser enterrada por el desgobierno de Maduro.
Lamentablemente el número de caracteres de este artículo no me permite seguir profundizando en cada plan, pero a balance general la quinta ha tenido 21 planes de seguridad, 12 ministros de Interior y Justicia y más de 150 mil venezolanos asesinados. Como venezolano que ama a su país, quisiera que el último plan funcionara, por la paz, para que no sigan muriendo más inocentes, pero ya ven lo que nos ofrece: Más de lo mismo. Como dicen por allí ¡Sálvese quien pueda!
Brian Fincheltub
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