Comprender los altos niveles de decibeles presentes en el discurso sobre el polémico tema del desabastecimiento y la especulación, obliga a realizar un intento de separación, por difícil que sea, de lo político, lo simbólico, lo económico y los hechos concretos.
Tal vez, de esta manera, podamos depurar un punto de vista más objetivo con respecto a las causas de la escasez de algunos rubros de la cesta básica que se ha venido presentando frecuentemente en este año 2013.
Y aclaro tajantemente: no significa que el tema de la producción de bienes y servicios no tenga un importante componente político (lamentablemente acentuado por el estigma que llevará el sector productivo por la irresponsable incursión en el paro petrolero y golpe de Estado – 2002-2003- de organizaciones como Fedecamaras, Conindustria y Consecomercio).
Pero lo político no es lo único que comprende el asunto. Abordarlo sólo desde esta perspectiva opaca (u omite, incluso), algunos factores que inciden en la escasez o especulación como la influencia de los factores climatológicos (entre otros múltiples aspectos) que –en ocasiones son causas de disminución de la producción agrícola, y esto genera a su vez escasez o alzas de precios.
Claro que, la tentación de pescar en río revuelto por parte de la canalla mediática y voceros antichavistas para utilizar un hecho real como la escasez puntual de un producto a fin de destruir la imagen de un Gobierno, está presente. En consecuencia, se obtiene –lógicamente- una reacción o respuesta política por parte del Gobierno Bolivariano a esos ataques.
Pero, el Ejecutivo Nacional no se ha quedado en la respuesta política, a la cual tiene todo el derecho del mundo. Muy responsablemente, el Gobierno Bolivariano si está dando respuestas más allá de lo político. A través de hechos y acciones concretas, está reconociendo su co-responsabilidad tanto como formulador de políticas públicas que incentiven la producción, como un actor que produce directamente bienes y servicios agro-alimentarios a través de algunas empresas.
Ejemplos: Exoneración del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para la importación de bienes de capital; Exoneración del Impuesto Sobre la Renta (ISLR) a la actividad agroalimentaria; Inyección de 140 millones de bolívares (140 mil millones de los viejos) a las empresas públicas productoras de harina precocida Proarepa y Pronutrico; Aumento del precio del pollo, la carne de bobino, la leche y quesos en 20%; Ajuste del precio del Girasol de 4,10 a 5,40 al productor; Subsidio de 1,76 Bs por kilo de azúcar al productor para evitar que el precio final impacte al consumidor final.
Miguel Pérez Abad