El Mandatario se mantuvo alejado de la refriega política y declaró como comandante en jefe de las fuerzas armadas que «se hará justicia» en respuesta a la muerte de cuatro estadounidenses en Libia
JACKSONVILLE. El candidato presidencial republicano Mitt Romney intentó el miércoles presentar al presidente Barack Obama como débil en política exterior después de los violentos ataques contra misiones diplomáticas de Estados Unidos en Oriente Medio.
Obama, por su parte, se mantuvo alejado de la refriega política y declaró como comandante en jefe de las fuerzas armadas que «se hará justicia» en respuesta a la muerte de cuatro estadounidenses en Libia.
Romney utilizó los ataques como una oportunidad de atacar a Obama durante una presentación en Florida, uno de los estados clave que suele cambiar de manos entre republicanos y demócratas. El ex gobernador de Massachusetts acusó al gobierno de enviar «señales contradictorias al mundo» y no ejercer el liderazgo ante la violencia.
Obama evitó enfrentarse a su rival de campaña durante una comparecencia en la Casa Blanca junto a la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton. Al dirigirse tanto a la nación como al mundo, dijo que no hay «absolutamente ninguna justificación para este tipo de violencia sin sentido, ninguna».
Respondía así al ataque de la noche del martes que derivó en la muerte del embajador de Estados Unidos en Libia, Chris Stevens, y a tres empleados estadounidenses de la misión diplomática.
Romney se apresuró a criticar a Obama tan pronto se lanzaban los ataques contra las misiones diplomáticas de Estados Unidos en Egipto y Libia. Muchedumbres enfurecidas atacaron las instalaciones para protestar por una película de un cineasta de California que ridiculiza al profeta Mahoma.
La embajada de Estados Unidos en El Cairo emitió en un principio un comunicado en el que criticaba la película. Romney, detrás de Obama en las encuestas de opinión sobre su liderazgo en política exterior, rápidamente difundió una declaración antes de la noticia de la muerte de los diplomáticos, en la que aseguró que la respuesta del gobierno parecía «simpatizar con aquellos que lanzaron los ataques».
Cuando la Casa Blanca dio la noticia de las muertes el miércoles por la mañana, el equipo de Romney se apresuró a modificar el discurso que pensaba dar ante sus seguidores en su sede de campaña en Jacksonville, Florida, para convertirlo en un evento más sombrío. Pusieron cuatro banderas detrás del podio desde el que Romney leyó una breve declaración en la que mencionó a Egipto y afirmó que Obama es un líder débil.
AP