WASHINGTON. Los escándalos que acosan al presidente Barack Obama vienen como anillo al dedo a los republicanos, que con un poco de suerte podrían aprovechar estos regalos después de sus recientes reveses electorales.
Sin embargo, no hay una percepción clara de cómo podrían sacar el máximo provecho de los problemas de los demócratas, sea en el Congreso o en la disputa política.
La dinámica de las elecciones de noviembre pasado complica las perspectivas en ambos campos. Los líderes republicanos han exhortado a sus correligionarios a que se contengan un poco en cuanto a explotar los nuevos traspiés de la Casa Blanca.
Legislativamente, uno de los objetivos más importantes del presidente Barack Obama en su segundo periodo de gobierno es concretar una reforma de la ley de inmigración que incluya una nueva opción para que logren la ciudadanía millones de personas que viven sin permiso en Estados Unidos.
Muchos republicanos no están dispuestos a que Obama alcance ese trofeo que daría lustre a su legado.
Sin embargo, los estrategas del Partido Republicano afirman que tal vez esta fuerza política necesita la «reforma migratoria» más que el Partido Demócrata.
Los electores hispanos apoyaron abrumadoramente a Obama en ambas elecciones. La tendencia podría agravarse para los republicanos si no muestran mayor interés en las inquietudes de los hispanos. Para muchos latinos, esto implica cambios importantes en las leyes de inmigración.
«Existe la preocupación política de que necesitamos subsanar nuestro distanciamiento de la comunidad hispana», dijo Kirby Wilbur, presidente del Partido Republicano en el estado de Washington.
Sin embargo, Wilbur afirmó que no tiene la certeza de que sea necesario ofrecer la ciudadanía a las personas que vinieron ilegalmente al país. Este punto de vista es el que precisamente dificulta el tema de la inmigración a los republicanos.
En otros frentes políticos, los escándalos que afectan a la Casa Blanca se han presentado a los republicanos como un blanco ancho y fácil.
Los republicanos en la Comisión de Recursos y Arbitrios atacaron con todo al despedido titular del Servicio de Rentas Internas (IRS por sus siglas en inglés).
Este ofreció sus disculpas por la investigación más estricta de lo normal que el IRS aplicó a afiliados al Tea Party y otros grupos conservadores que habían solicitado la exención de impuestos.
AP