En una insólita contradicción, las autoridades eñalaron que en realidad son 24 las víctimas; habían dicho que la cifra llegaba a 91; «Había mucho caos», argumentaron desde la morgue. El presidente estadounidense, Barack Obama, declaró como zona de catástrofe varias partes del estado de Oklahoma y aseguró que se enviará ayuda de inmediato
OKLAHOMA. La misma persona que aseguró que había 91 muertes como consecuencia de que dejó el violento tornado que azotó el lunes Oklahoma City, dijo la mañana del martes que en realidad son 24 las víctimas fatales confirmadas por el ciclón.
Amy Elliott, la vocera de la oficina del forense de Oklahoma dijo que 24 cuerpos fueron recuperados después del tornado del lunes, y que «ya no rige» el número anterior. La oficina había indicado la noche del lunes que 51 personas habían muerto por el ciclón y la misma Elliott dijo después que otros 40 cuerpos estaban camino a la morgue. Entre ellos, señalaron, habían 20 niños.
«Tenemos buenas noticias. El número en este momento es de 24», dijo Elliot. La cifra inicial parece haber incluido muertes contabilizadas dos veces, explicó Elliott. «Había mucho caos», agregó.
La funcionaria dijo que era probable que fueran recuperados más cuerpos, mientras continúan las tareas de rescate en medio de tormentas y cortes de electricidad.
El presidente estadounidense, Barack Obama, declaró como zona de catástrofe varias partes del estado de Oklahoma y aseguró que se enviará ayuda de inmediato.
Las autoridades locales aseguraron, asimismo, que muchas personas siguen atrapadas y los equipos de rescate continúan buscando entre los escombros, en particular en el suburbio de Moore, donde fueron afectados dos colegios, un cine y un hospital.
Al menos siete de los niños fallecidos eran alumnos de la escuela primaria Plaza Towers, que quedó reducida a escombros, y donde se ha rescatado a algunos menores, pero donde la búsqueda continúa ante el temor de que muchos sigan atrapados. Hubo una demostración de duelo en la página de Facebook de la escuela, con mensajes de todo el país, incluyendo una súplica sencilla: «Por favor encuentren a esos niños pequeños». También la escuela primaria Briarwood, en Moore, recibió el impacto directo del tornado.
El tornado, de más de tres kilómetros de diámetro, duró unos 40 minutos y recorrió alrededor de 32 kilómetros entre las localidades de Newcastle y Moore.
Las imágenes tomadas en Moore mostraban la columna oscura de enormes dimensiones que arrasaba casas, hacía volar por los aires los automóviles y no dejaba más que ruinas a su paso. Como consecuencia, fueron destruidas más de 300 casas y en esa localidad residencial se interrumpieron todos los suministros de luz y agua.
Ninia Lay, de 48 años, dijo que ella se acurrucó en un armario durante dos alertas de tormenta y que el tornado golpeó en la tercera. «Yo estaba escondida en el armario y oí algo así como un tren que venía», dijo bajo un cielo aún iluminado por relámpagos fuera del Norman Regional Hospital. La casa fue derribada y Lay estuvo enterrada bajo los escombros durante dos horas hasta que su esposo Kevin, de 50 años, y los rescatistas la sacaron. «Doy gracias a Dios por mi teléfono celular, llamé a mi esposo para pedirle ayuda», agregó.
Su hija Catalina, de 7 años, una estudiante de primer grado en la escuela Plaza Towers, se refugió con sus compañeros y profesores en un cuarto de baño cuando el tornado golpeó y destruyó la escuela. Ella escapó con rasguños y cortes.
El Centro de Predicción de Tormentas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) señaló que fue un tornado con vientos de hasta 320 kilómetros por hora, una intensidad pocas veces vista. El camino que siguió coincidió además con el del peor tornado jamás vivido en Oklahoma en 1999, en el que murieron 36 personas y fueron destruidos más de 8.000 edificios.
«Estamos haciendo todo lo que podemos para encontrar a los que estén heridos o desaparecidos», declaró en una conferencia de prensa la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin. Obama habló por teléfono con ella para expresar su preocupación por lo ocurrido y por todos los afectados, indicó la Casa Blanca.
Además, declaró zona de catástrofe los distritos de Cleveland, Lincoln, McClain, Oklahoma y Pottawatomie. Así se allana el camino para que las víctimas tengan acceso a medios públicos para recibir refugio y para la reconstrucción, indicó la Casa Blanca.
El gigantesco tornado golpeó a Oklahoma City apenas unas horas después de que en la madrugada del lunes otros tornados sacudieron el estado y se cobraron la vida de por lo menos dos personas, además de dejar casi una treintena de heridos y unas trescientas casas destruidas. Agencias
El tornado que azotó Moore, Oklahoma, era de la clasificación EF-5, la mayor en la escala de medición, con vientos de al menos 320 kilómetros por hora (200 mph), informó el servicio meteorológico.
La agencia lo subió de clasificación a EF-5 en la escala Fujita mejorada, dijo la portavoz Keli Pirtle, basándose en lo que el equipo de evaluación de daños vio en el terreno. Originalmente había sido clasificado en EF-4.
El servicio meteorológico utiliza la palabra «increíble» para describir el poderío de las tormentas EF-5. En esta ocasión el meteoro recorrió 27 kilómetros (17 millas) y tenía un ancho de dos kilómetros (1,3 millas).
El tornado del lunes fue el primero de categoría EF-5 en 2013, dijo Pirtle. AP