El temblor tuvo epicentro frente al litoral oriental del país, a unos 146 kilómetros de la ciudad de Guiuan y a una profundidad de 32 kilómetros
MANILA. Un sismo de magnitud 7,6 se produjo ayer frente a las costas de Filipinas, dejando un saldo de un muerto, caminos y puentes dañados y obligando a residentes a escapar a zonas altas por temor a un tsunami, dijeron autoridades locales.
El sismo tuvo su epicentro frente al litoral oriental de Filipinas, a unos 146 kilómetros de la ciudad de Guiuan (provincia de Samar) y a una profundidad de 32 kilómetros, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El Centro de Alertas de Tsunamis del Pacífico emitió una advertencia de maremoto para buena parte de la región, pero la canceló cerca de dos horas después.
Las autoridades locales mantuvieron su alerta de tsunami durante más tiempo, después de ordenar a los residentes abandonar de inmediato las zonas costeras. La alerta se canceló más de tres horas después del sismo.
«Los residentes ahora pueden volver a sus hogares. Es seguro hacerlo ahora. Pasó el peligro de tsunami», dijo el Instituto Filipino de Vulcanología.
La alcaldesa de Guiuan, Annalisa Quan, dijo a una radio local que no se han reportado daños importantes.
El jefe de la agencia nacional de desastres, Benito Ramos, dijo que una mujer murió en Cagayán de Oro, una ciudad en la isla de Mindanao, luego de que las fuertes lluvias y el sismo provocaron un deslizamiento de tierra que sepultó su casa. Un niño resultó herido. Agencias
Trágico antecedente
La región fue golpeada por dos enormes sismos la década pasada. Al menos 230.000 personas murieron en 13 países de la cuenca del Océano Indico por el extenso tsunami generado en el 2004 tras un fuerte terremoto frente a Indonesia. El año pasado, un sismo y un tsunami frente al noreste de Japón causaron la muerte de unas 20.000 personas y desataron la peor crisis nuclear del mundo en 25 años cuando gigantescas olas golpearon la planta de Fukushima.