La Constitución establece que el CNE “estará integrado por cinco personas no vinculadas a organizaciones con fines políticos” (Art. 296), no obstante, las cuatro Rectoras son militantes del PSUV, arriman todas las bolas al mingo rojo. Solo Vicente Díaz se percibe independiente de cualquier partido. Sin hipérbole, el CNE está genuflexo y al servicio de la llamada revolución, actúa de manera inmoral para el PSUV
Los atropellos descarriados del CNE nos mueven a la denuncia y a la protesta, no deben conducirnos a la abstención, deseada y buscada por el régimen para aplastarnos. No debemos cometer el mismo error de hace pocos años atrás, cuando decidimos no participar en las parlamentarias y perdimos espacios vitales, le dimos la totalidad de los 165 diputados al gobierno nefasto; nuestra abstención en esa y otras oportunidades les ha permitido avanzar. Denunciemos y ganemos gobernaciones votando, protestemos el atropello del árbitro parcializado y no dejemos que nuestra abstención amplíe el poder en manos indeseables. Es hora de protestar y votar.
No obstante la inmoralidad y la aberración del CNE que holla y deshonra nuestra democracia, hay dos importantes verdades: 1) El voto es secreto en Venezuela, las máquinas electorales no tienen cómo revelarlo. ¿Conocemos de alguien a quien a través de una máquina electoral se le haya hecho público su voto? ¿Alguien puede responder afirmativamente esa pregunta? 2) Las máquinas solo suman los votos que se le han introducido. Si en una de ellas ingresan 20 votos a favor de una fórmula, al final se sumarán esos 20 votos, ni uno más; por supuesto que si por falta de testigos y honestidad se marcan votos adicionales indebidos, también estos se contabilizarán, no siendo culpable la máquina, sino la inmoralidad y el testigo ausente. Si protestamos la aberración del “arbitro”, si votamos masivamente y cuidamos los votos, abriremos puerta a un cierto equilibrio de poderes, fundamental en el camino de frenar el despotismo.
“Los órganos del Poder Electoral garantizarán la igualdad, confiabilidad, imparcialidad, transparencia y eficiencia de los procesos electorales”; pese a que así lo ordena la Constitución (Art. 293), nadie, ni siquiera los chavistas pueden afirmar que el CNE está retratado en el mandato transcrito, por el contrario es apéndice de Miraflores, violando así también el Art. 294: “Los órganos del Poder Electoral se rigen por los principios de independencia orgánica y autonomía funcional”. La principal aberración del CNE es su dependencia de Miraflores, y no poner freno alguno para que compitan candidatos entre sí, y no candidatos contra todo el poder del Estado.
La Constitución establece que el CNE “estará integrado por cinco personas no vinculadas a organizaciones con fines políticos” (Art. 296), no obstante, las cuatro Rectoras son militantes del PSUV, arriman todas las bolas al mingo rojo. Solo Vicente Díaz se percibe independiente de cualquier partido. Sin hipérbole, el CNE está genuflexo y al servicio de la llamada revolución, actúa de manera inmoral para el PSUV, lo que explica medidas tan groseras e inaceptables como la migración extemporánea de 108 electores, entre los que se encuentran siete gobernadores paracaidistas y el Vicepresidente de la República, el señor Maduro.
De otro lado, el investigado por narcotráfico, Gral. Rangel Silva, quien fue Ministro de la Defensa hasta el mismo día en que el dedo de Chávez lo señaló como candidato a Gobernador de Trujillo, movió al CNE a modificar fuera del lapso legal el Tarjetón Electoral de ese Estado, para que pudiera aparecer en el mismo el rostro del general, en lugar del de Cabezas, defenestrado candidato y actual Gobernador corrupto.
Más reciente es la decisión del CNE de aprobar un botón en la boleta electoral para entubar los votos, facilitando y estimulando el sufragio por una sola línea, alejando la posibilidad de un voto consciente y personalizado, como lo exige la Constitución: “personalización del sufragio y garantía de la representación proporcional” (Art. 293). La “democracia está entubada”, ha caricaturizado el maestro Pedro León Zapata, quien añade: está “en terapia intensiva”. Frente a este y tantos otros atropellos del aberrante CNE, démosle vida a la democracia: la abstención es muerte por inanición.
Paciano Padrón
Twitter: @padronpaciano