Muchos intentaron derrocar el gobierno de Gómez, pero ninguno salió victorioso. En 1928, jóvenes estudiantes como Rómulo Betancourt, Arturo Uslar Pietri, Jóvito Villalba, Raúl Leoni, Miguel Otero Silva y Rómulo Gallegos, entre otros, lucharon, sin ningún resultado, contra el régimen gomecista. Estos jóvenes serían inmortalizados como la “Generación del 28”
“El régimen legal que impera nos da derechos y nos impone deberes: ejerzamos aquéllos con la moderación que reclama la austera democracia y cumplamos éstos con inquebrantable resolución. Tengamos presente que las violencias que inspiran las pasiones desbordadas son el contrasentido de la civilización y que la mejor fórmula de la República es la que se encierra entre la modestia y el ardiente patriotismo”.
Con estas palabras, Juan Vicente Gómez finalizó su manifiesto al asumir el poder el 20 de diciembre de 1908. Gómez gobernó al país durante 27 años, siendo, hasta ahora, la dictadura más prolongada de nuestra historia. Permaneció en Maracay, estado Aragua, durante casi todo su mandato y allí tuvo cuantiosas posesiones, por lo que se le llegó a considerar el dueño del país.
Durante su gobierno se produjo el primer reventón de petróleo, lo que le permitió mantener una economía sana y estable. A pesar de algunos logros puntuales de su gestión, la historia lo cataloga como un inclemente dictador, por cuya causa fue mucha la sangre que se derramó.
Del Táchira al poder
Gómez nació en la Hacienda La Mulera, estado Táchira, el 24 de julio de 1857 (el mismo día que el Libertador Simón Bolívar), en el seno de una familia numerosa. Conoce a Cipriano Castro en 1886, iniciando una relación política que los lleva a iniciar la larga hegemonía de los andinos en el poder. A fines del siglo XIX, Venezuela atraviesa por una etapa de grandes dificultades tanto políticas como económicas, durante el gobierno de Ignacio Andrade, por lo que Cipriano Castro se alza en armas desde del Táchira, acompañado de Juan Vicente Gómez, con quien entra triunfante en Caracas el 22 de octubre de 1899.
Gómez es designado gobernador del Distrito Federal. Dos años después, la Asamblea Nacional Constituyente sanciona una nueva Constitución, resultando Cipriano Castro presidente de la República, el general Ramón Ayala, primer Vicepresidente y el general Juan Vicente Gómez, segundo vicepresidente. Posteriormente, Castro decide nombrar a Gómez General de División.
Las acciones exitosas de Gómez le valieron el título de Pacificador de Venezuela, pero esto también determinó el comienzo de la desconfianza entre Castro y Gómez y la división de los integrantes del gobierno en “castristas” y “gomecistas”. Esta situación empeora cuando Castro empieza a sufrir problemas de salud que lo obligan a viajar a Berlín.
El 23 de noviembre de 1908, Castro se separa del poder y pasa Gómez a desempeñar la presidencia, obteniendo el poder suficiente para organizar un golpe de Estado. Derrocado Castro, Gómez inicia su gestión concediendo la libertad a los presos políticos e invitando a quienes permanecían en el exilio a regresar al país. Restaura la libertad de prensa, pero se niega a disolver el Congreso y a convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, tal como lo reclamaba todo el país.
El más poderoso
El 27 de abril, las Cámaras Legislativas lo eligen presidente constitucional de Venezuela para el período 1910-1914, pero en 1913, Gómez decide continuar en el ejercicio del poder, creando con esa determinación, la primera crisis en el seno de su gobierno. A pesar de quienes se opusieron, incluyendo la llamada “Generación del 28”, Gómez se valió de artimañas constitucionales para permanecer en el poder durante 27 años.
En el gobierno de Gómez, el nepotismo, la codicia y el enriquecimiento del dictador y de sus allegados, llegaron a extremos inauditos en la historia nacional. Hermanos, hijos y demás familiares ocuparon altos cargos en el gobierno. Fue el más grande propietario territorial: sus hatos se extendían en centenares de miles de hectáreas y lo convirtieron en el principal proveedor de carne de todo el país, pues tenía más del 60 por ciento de todo el ganado de Venezuela.
El juego fue legalizado y pasó a ser un monopolio de la familia Gómez; también monopolizó la navegación fluvial y costanera, la electricidad en varias ciudades, ingenios de azúcar, haciendas de café y cacao, pequeñas industrias de telas, jabones, cigarrillos, velas, vidrio, aceites y hoteles.
Desde 1911 fue reorganizada la escuela militar de Caracas para la formación de militares de carrera que sustituyeron, poco a poco, a los viejos jefes improvisados de las revoluciones. Se trajeron instructores militares extranjeros y se mantuvo y mejoró la dotación conveniente de armamento moderno. En 1920 se creó la escuela de aviación militar de Maracay.
En 1926 se introdujeron los primeros automóviles y se inició la política de carreteras, mediante la construcción de caminos. Las primeras de estas vías fueron la carretera Caracas-La Guaira, la carretera trasandina de Caracas a la frontera con Colombia y la carretera de Caracas a Soledad, en la costa del Orinoco. Estas carreteras tenían por finalidad facilitar la movilización del ejército en el interior, pero contribuyeron poderosamente a la integración nacional y a liquidar el aislamiento de las regiones del país.
Noticias histórica
“Anoche, a las once y cuarenta y cinco, rindió la jornada de la vida en la ciudad de Maracay el Benemérito General Juan Vicente Gómez, Magistrado Supremo de la República, después de una larga enfermedad, contra la cual resultaron infructuosos los cuidados de los familiares y amigos y los esfuerzos de la ciencia, en medio de una dolorosa expectativa, que pesó gravemente sobre los ánimos, en toda la extensión de la República. Con este editorial, el diario El Universal de fecha 18 de diciembre de 1935 anunciaba el fallecimiento del General Gómez
Edda Pujadas
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