Ya suman más de 5 los accidentes con víctimas fatales que han ocurrido en ese tramo en al menos 7 meses, según reportaron los vecinos de la zona
En una verdadera guillotina se ha convertido la avenida Monseñor Pellín para los residentes del sector Las Brisas del municipio Rafael Urdaneta, pues ya suman más de 5 los accidentes con víctimas fatales que han ocurrido en ese tramo en al menos 7 meses, donde la carencia de semáforos y la ausencia de reductores de velocidad ha cobrado la vida de varias personas a lo largo de los años.
Según informó Tamaris López, vocera de la comunidad, en lo que va de año más de 10 choques se han suscitado en esta perimetral, que además carece de alumbrado y vigilancia policial, lo cual ha dado paso a una creciente ola de inseguridad, donde los vecinos son los más perjudicados.
“Los carros circulan a más de 100 kilómetros por hora, esta situación representa un peligro para los peatones y los residentes de la zona que circulan con sus vehículos por ese tramo”, dijo López, quien formuló un llamado a las autoridades municipales para que tomen las previsiones correspondientes a fin de evitar que sigan ocurriendo los accidentes, que a juicio de los residentes, mantienen a la comunidad en zozobra.
Por otro lado, la clausura temporal del tanque de agua que surte al sector de Las Brisas ha generado graves daños a las tuberías en las calles y viviendas, pues ahora reciben el líquido directamente del tubo matriz y a una elevada presión, de acuerdo a lo referido por Miguel Ángel Martínez, luchador social, quien indicó que la medida la tomó Hidrocapital luego de haberse dañado los flotadores del contenedor del líquido.
“Tenemos serios problemas con el flujo de agua. El sector Apamate es el más perjudicado, ya que las calles están completamente destruidas por la fuerza con que llega el agua. La situación empeora en horas de la noche cuando el consumo del líquido baja”, relató Martínez, quien denunció además que Hidrocapital se llevó el medidor de una vecina porque debía un mes del servicio y sin embargo miles de litros de agua se están botando desde hace dos meses en la calle 7 de Apamate.
Ante la problemática que aqueja a cientos de familias, Tamaris López, portavoz de los afectados, formuló un llamado a Leonardo Gil, quien preside la cartera de Ingeniería Municipal de Rafael Urdaneta, y al primer mandatario local, Edicson Sarmiento, para que tomen cartas sobre el asunto. Asimismo exigieron regularizar el servicio de aseo urbano, ya que duran hasta 20 días con la basura acumulada en las adyacencias del caserío, lo cual ha propiciado plagas, mosquitos y animales rastreros en la zona.
MIP-TUY Agencia / Julio Materano
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