Lejos de convertirse en el cuarto mandatario que abandona la presidencia a consecuencia de la muerte, Hugo Chávez deja un legado marcado por dos visiones de gobierno radicalmente antagónicas, queda en manos de la historia juzgar el desempeño de un líder que fue capaz de unir y dividir a un pueblo que hoy más que nunca apuesta al reconocimiento del otro y al respeto irrestricto a la Constitución
“La gran diferencia está en que el pueblo chavista es consecuente con sus ideales y su intención de voto está garantizada, he allí el reto para la oposición…”
El momento que atravesamos los venezolanos desde el anuncio de la muerte del Comandante Presidente representa el cierre de un ciclo dentro de la historia política de nuestro país, ha llegado un momento de transición el cual resulta obligatorio tomar una pausa y abrir los espacios para la reflexión, la cordura y la sapiencia. Esta reflexión agrupa a todo un conjunto de venezolanos y venezolanas que durante más de una década han sostenido una lucha inagotable en función de consolidar la defensa de sus ideales inclusive hasta con la propia vida (Vgr. Los sucesos de Abril de 2002).
Para muchos venezolanos, en estos 14 años nuestro pueblo se transformó ciertamente en una marea roja de ignorantes cuya estampa se inspira en un Estado paternalista abrigado por un modelo de Gobierno fratricida de corte autoritario fundado sobre las bases del odio y el resentimiento, teniendo como punto de honor la lucha de clases, el reparto de nuestro petróleo a otros países, el irrespeto a la propiedad privada, y la misión obcecada por derrotar al imperio norteamericano con la espada de Bolívar que camina por América Latina.
Pero para otro grupo de compatriotas, el transcurrir de estos 14 años ha significado el despertar de un pueblo hundido bajo 2 tipos de pobrezas, la material y la espiritual, un pueblo que había perdido su identidad y el apego a sus raíces socioculturales. Más que un despertar, la llegada de la revolución representa el engranaje perfecto entre el pueblo y un liderazgo surgido desde los sectores más vulnerables de un país hipotecado y de rodillas ante el órgano natural por excelencia que definía el destino económico de nuestro país llamado Fondo Monetario Internacional. Esta visión alentada por el ideario bolivariano descansa en la oportunidad histórica de saldar la profunda deuda social que, en opinión de sus seguidores fue honrada a través de un cambio de paradigma que arrancó de raíz la antigua concepción de “Gasto Socia”l para convertirla en “Inversión Social”, inversión que se traduce en la mayor suma de felicidad entregada por un hombre a un pueblo que ante cualquier adversidad se ha mantenido leal a Hugo Chávez desde el famoso “Por Ahora” hasta la eternidad.
Tras la muerte del máximo líder de la Revolución, uno de los errores en los que debe evitar incurrir la oposición es desconocer la dimensión del adversario ante un inminente escenario electoral de cara a las presidenciales; pues lo que definirá el destino de nuestro país se centra en la intención de voto, y es aquí donde se impone el reto de aglutinar la mayor cantidad posible de electores… Vale la pena recordar que desde el martes hemos sido testigos fieles de que la movilización de adeptos al chavismo ha sido una constante reflejada en una inmensa avalancha roja dispuesta a despedir a su máximo líder, quizás lo más sorprendente no sea la presencia del nutrido y caudaloso fervor rojo, sino la poca presencia de los autobuses que ya se han hecho parte del común denominador en toda concentración oficialista.
Un antes y un después
Las dos visiones de país quedarán en la conciencia de cada uno de los venezolanos, no obstante lo que se impone en este momento histórico es el llamado a la unión, es abrigar la esperanza de retomar el dialogo y el entendimiento entre nosotros, estoy seguro de que hemos alcanzado una madurez lo suficientemente probada para dirimir nuestras diferencias en paz y con la cordura que ha privado en estos días lúgubres para la historia. Ya basta de que la Plaza Bolívar sea un territorio exclusivo para un grupo que se resiste a abrirle paso a la tolerancia, es tiempo de que se imponga el respeto y la grandeza de nuestro pueblo noble acostumbrado a crecerse ante la adversidad. Hoy es el momento de demostrarle al mundo que nuestra patria es tan grande que abriga hasta los espacios más recónditos para el pluralismo y el respeto a las ideas. Quiero una Venezuela donde “pensar distinto” no resulte ofensivo ni constituya un motivo para ser considerado apátrida, lacayo ni cualquier cantidad de calificativos que no merecen ser evocados por respeto mismo.
La mayoría del pueblo venezolano y más allá de nuestras fronteras elevan oraciones por el descanso eterno de Hugo Chávez, un Presidente que sin duda, marcó un antes y un después en la historia política de nuestro país, para muchos un quijote que sembró una semilla en la conciencia de quienes se identifican con su pensamiento libertario y para otros un craso error en las páginas de nuestra historia. La respuesta ante las dudas, quedan en las manos del tiempo, mientras, nosotros como pueblo no sabemos por lo pronto en manos de quienes estaremos durante los próximos 6 años. Que Dios te bendiga Venezuela… Ahora es cuando hay patria¡
Hasta que la muerte los separó
En la historia de Venezuela cuatro (4) mandatarios se han separado de manera forzosa de la Presidencia de la República durante el ejercicio de sus funciones, el primero en el orden cronológico es Francisco Linares Alcántara, hombre de confianza de Antonio Guzmán Blanco quien destacó por hacerle frente al General del Pueblo Soberano Ezequiel Zamora. Luego destaca “El Benemérito”, hombre destacado por haber ostentado el poder por más de un cuarto de siglo. Seguidamente ubicamos a Carlos Delgado Chalbaud, militar que ocupa el rol protagónico por representar el único caso de magnicidio en nuestro país. Hoy Venezuela se reúne en oración para despedir el cuerpo itinerante y embalsamado de un Hugo Chávez que ya pasó a la historia
Presidente Causa de la muerte
Francisco Linares Alcántara (1878) Infección respiratoria
Juan Vicente Gómez (1935) Cáncer
Carlos Delgado Chalbaud (1950) Magnicidio
Hugo Chávez (2013) Cáncer
EN MORA CON LA JUSTICIA / germanjosem@gmail.com / twitter: @germanjosem