LA HABANA. El Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC reanudaron ayer en Cuba un diálogo de paz con el que se busca poner fin a casi medio siglo de un sangriento conflicto armado, con un llamado del presidente Juan Manuel Santos a culminar pronto el tema agrario para poder avanzar hacia otros puntos de la agenda.
A mediados de noviembre, el Gobierno y representantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) iniciaron el primer intento en una década para acabar con la guerra, mediante una agenda de cinco puntos que incluye el desarrollo agrario, garantías para la oposición política, el fin del conflicto, la lucha contra el narcotráfico y compensación a las víctimas.
Hasta el momento, las partes siguen discutiendo el tema agrario, en el que han reconocido «avances» pero que aún no culminan, lo que impide el progreso hacia el resto de los temas igualmente complejos tras décadas de hostilidades mutuas.
«Comenzamos hoy (ayer), el séptimo ciclo de conversaciones en La Habana. Venimos con instrucciones del presidente de la República de avanzar, tratar de terminar el punto uno de la agenda, que es el tema relacionado con el desarrollo agrario integral», dijo el jefe negociador designado por Santos, el ex vicepresidente Humberto de La Calle, en un audio distribuido a periodistas.
El jefe negociador dijo que se trata de «la transformación del campo en beneficio de los más pobres».
Ambas partes han reconocido en más de tres meses de diálogo que encuentran «aproximaciones» en temas como la pobreza y falta de oportunidades reinante en el campo colombiano, pero hasta ahora no existe un acuerdo que permita concluir el tema.
Sin embargo, la entrega reciente de parcelas a campesinos por parte del Gobierno colombiano, responsabilizando a las FARC de ocupar tierras ilegalmente, calentó en las últimas semanas el proceso, y hubo incluso quienes temieron que se frustrara el diálogo a raíz de las repetidas acusaciones entre ambas partes.
De la Calle: Trabajar con «mucho vigor»
El ex vicepresidente De La Calle, quien retornó a La Habana después de sostener contactos con el Gobierno de Santos y otras fuerzas políticas del país, dijo sin embargo que el diálogo sigue en pie.
«Venimos con mucho vigor a trabajar fuertemente, repito, siguiendo los lineamientos que en reuniones que tuvimos ayer y antier el señor presidente de la República ha planteado para continuar estos diálogos», agregó el funcionario que no se reunió con la prensa.
El Gobierno colombiano ha dicho que la agenda que se discute se mantendrá invariable y que sectores clave de la economía o la propiedad privada no están en discusión.
Las FARC han venido proponiendo medidas, incluyendo mayores regulaciones en sectores como la minería y el petróleo, clave para Colombia que se ubica como la cuarta mayor economía de la región.
El proceso de paz enfrentó tensiones en las últimas semanas debido a nuevos ataques de las FARC y por la ofensiva de las Fuerzas Militares contra el grupo rebelde.
La confrontación se agudizó después de que el 20 de enero venció una tregua unilateral de dos meses decretada por el grupo guerrillero y de que el Gobierno del presidente Santos descartara la posibilidad de firmar un cese bilateral de fuego.
El proceso de paz se desarrolla bajo el principio de que «nada está acordado hasta que todo esté acordado», y pese a presiones de la guerrilla, Santos ha reiterado que una tregua bilateral sólo se dará después de que las FARC firmen un acuerdo de paz en el que acepten dejar las armas y reintegrarse a la vida civil como una fuerza política.
Agencias