La esposa del presidente Barack Obama saludó la acción del joven príncipe, que regresó al Reino Unido tras pasar cuatro meses en Afganistán con el Ejército británico
EE.UU. El príncipe Enrique, tercero en el orden sucesorio al trono británico, realizó el jueves una visita sorpresa a la Casa Blanca -donde fue recibido por la primera dama, Michelle Obama- y recorrió una exposición sobre minas antipersonas al inició de una gira por Estados Unidos.
«¡Sorpresa!», exclamó Michelle Obama al presentar a su invitado a un público de esposas de militares, que se disponían a tomar el té en un acto benéfico.
La esposa del presidente Barack Obama saludó la acción del joven príncipe, que regresó al Reino Unido tras pasar cuatro meses en Afganistán con el Ejército británico, en favor de los soldados heridos en combate.
Antes de concurrir a la Casa Blanca, una visita que no figuraba en su agenda, el príncipe Enrique, segundo hijo del príncipe Carlos y la princesa Diana, fue recibido en el Congreso.
Allí, junto al senador y excandidato presidencial John McCain, recorrió una exposición fotográfica sobre las minas antipersona organizada por la organización Halo, que se dedica al desminado, un tema en el que estuvo profundamente involucrada su madre la fallecida princesa Diana.
No hubo declaraciones públicas, pero a Harry se le oyó preguntar por el precio de los detectores de minas, mientra miraba maniquíes con trajes azul cobalto colocados en posiciones que simulaban la tarea de peinar un terreno para encontrar minas sin detonar.
«Él está muy en sintonía con el tema de las minas», dijo a la AFP el presidente ejecutivo de Halo, Guy Willoughby que conversó con el príncipe durante el recorrido.
La princesa Diana hizo un publicitado recorrido por campos de desminado de Halo en Angola, poco antes de su muerte en un accidente automovilístico en París en agosto de 1997, un año después de su tormentoso divorcio del príncipe Carlos.
La agenda del príncipe incluyó también una cena en la residencia del embajador británico. Previó a la comida, Harry participó de una recepción para 200 invitados, entre ellos varios combatientes amputados en la guerra de Irak.
La gira de una semana en Estados Unidos parece destinada a mostrar otra cara del príncipe, después de la bochornosa divulgación en agosto de fotografías en las que aparecía desnudo durante una partida de «strip-billar» en presencia de jóvenes también desnudas en un hotel de Las Vegas.
Su agenda esta vez incluye la inauguración de una competencia deportiva para soldados heridos en combate y un recorrido por las zonas afectadas por la supertormenta Sandy en octubre en Nueva Jersey.
AFP