A La Paz llegó, desde temprano, un grupo dedicado a complementar una preparación sin precedentes. Porque a lo futbolístico se ha unido el factor altitud, y el choque ante Bolivia marcó el inicio de una semana que puede ser decisiva en las aspiraciones venezolanas de participar, por primera vez, en un campeonato mundial de fútbol.
La ruta hacia el objetivo Brasil 2014 ha discurrido con balance positivo. Y a estas alturas la Vinotinto está entre los equipos dentro de la clasificación, aunque en una situación de empate que hace imperativo seguir dando pasos adelante. Con bolivianos y uruguayos como obstáculos significativos a partir de este viernes, cuando se cumplirá el tope en La Paz, que los nacionales esperan solventar con una victoria. Para rematar, cuatro días después en Puerto Ordaz, con el compromiso de sacar adelante parte de lo indispensable para inscribirse en el mundial: no ceder puntos como locales.
Denominador común
Los dos rivales de la fecha tienen un denominador común: su lugar en la tabla es precario, y nuevas derrotas ensombrecerían, en el caso de Bolivia de manera definitiva, el camino hacia Brasil.
Mientras Venezuela, ubicado en el quinto lugar por average, empata a 15 puntos con el cuarto, Chile, los del altiplano marchan octavos con 9 unidades. Es decir, para ellos no hay alternativa. Y, por supuesto, tratarán por todos los medios de aprovechar el factor local, en especial las condiciones que plantean los 3.600 metros de altura de La Paz. Independientemente de lo que ha trabajado la Vinotinto, ellos buscarán ahogar en la media cancha y poner un ritmo que, al afectar lo físico, favorezca su desempeño.
En el caso de Uruguay, es sexto, con 13 puntos, y perder con un rival directo para esa posición le dejaría complicado para el resto de la eliminatoria. Además, el cuadro ha estado por debajo del nivel que exhibió en los últimos años -incluso brilló en el Mundial de Suráfrica- y por ello agrega, a la necesidad de sumar, la de reivindicar su tradición entre los mejores de Suramérica.
La altura …y el fútbol.
La última vez que Venezuela jugó en La Paz salió con victoria de 1-0. La primera conseguida allí desde que está jugando en las eliminatorias. Y fue producto, en buena parte, de una preparación bien planificada, que incidió notablemente en la parte física para potenciar a los jugadores pensando en la altura.
Fue así como presentó un equipo alterno, con jugadores que habían participado en la era de Farías pero que no constituían enteramente la alineación habitual. Le ganaron la pelea al fantasma que aqueja a todos los equipos que juegan en la capital boliviana, y consiguieron la victoria.
La positiva experiencia -mejorada- se aplicó ahora. La mayoría de los futbolistas se concentró en Mérida, buscando adaptarse a las condiciones del juego, con el añadido de la utilización de los más modernos recursos tecnológicos, cámaras hipobáricas e hiperbáricas incluidas.
Además, se trasladaron a la sede del encuentro con ocho días de anticipación, y allí han continuado trabajando desde el sábado. Los últimos en incorporarse fueron el defensa Oswaldo Vizcarrondo, quien juega en Argentina, y el «europeo» Alexánder González, también zaguero, ambos con trabajos específicos cumplidos.
Bajo control la cuestión física, técnicos y jugadores dejaron claro, apenas llegados a La Paz, que su problema es futbolístico. Es decir, que si bien importa, y mucho, el acondicionamiento especial, lo sustantivo para este viernes es superar a Bolivia en materia balompédica. Plantear un juego capaz de superar las virtudes de los anfitriones, que tienen hombres habilidosos con el balón y van a salir en busca de los puntos.
El turno de Farías.
También Manuel Llorens, sicólogo de la selección, ha tenido su tarea. Lo de rutina, la cuestión especial de Bolivia y el tratamiento general. Pero, fundamentalmente, ahora le toca el turno a César Farías, conductor del apartado futbolístico y quien determinará, con su cuerpo técnico, la cuestión táctica y la alineación definitiva.
El partido frente a El Salvador (que ganó la Vinotinto 2-1 con par de penales), permitió a los conductores realizar algunos ensayos. Y el balance fue favorable. De allí que quienes siguen al equipo aseguren que ese partido -con todo y su carácter amistoso, de preparación- ofrece buenas pistas para las naturales especulaciones sobre lo que pondrá sobre la cancha del estadio de La Paz.
El tema de la alineación también es importante. El resultado de la presencia de Luis Manuel Seijas como marcador por la banda izquierda, y Gabriel Cichero central por ese mismo lado, indica que allí formarán este viernes. El primero, con su buen recorrido y mejor visión, puede ser una importante alternativa para el ataque, sobre el cual se ensayaron ante los centroamericanos algunas variantes, exitosas porque crearon situaciones de gol.
Es cierto que las dos anotaciones fueron desde el punto penal, pero en ambos casos inobjetables y, lo principal, producto precisamente de jugadas, de movimientos que generaron emergencias para la defensa contraria. Sin olvidar que el gol es una de las asignaturas pendientes de la Vinotinto, que apenas ha marcado 9 (por 12 recibidos) en los 11 partidos disputados en la elliminatoria. Es por ello que Chile, con la misma diferencia pero con más dianas (16-19) ocupa el cuarto lugar de la tabla aunque igualen a puntos con Venezuela, 5 victorias y 6 derrotas los australes, por 4, 3 empates y 3 reveses.
Hay, además, otro aspecto que exigió Farías en el encuentro preparatorio: la tenencia de la pelota. Los venezolanos han pecado, muchas veces, por perderla muy rápido, por entregarle demasiadas posesiones al contrario, lo que hace más apremiante su trabajo defensivo. Además, imponer el ritmo, crear jugadas, implica capacidad para adueñarse del esférico, combinarlo. Y los zagueros, primera línea para iniciar ofensivas, cumplió adecuadamente en esa oportunidad.
Bolivia seguramente saldrá a presionar, independientemente de la acumulación de hombres en el medio campo, dispositivo que se estima será base de su juego, para aprovechar luego las bandas. Entonces, el manejo del balón será determinante para esa lucha por ver quién controla las acciones. Es decir, la tenencia constituye factor fundamental para desarrollar las opciones de ataque e imponer le pegada de los venezolanos.
Se hablaba de Vizcarrondo (o Perozo) para la otra posición del centro de la defensa, con Tomás Rincón y Agnel Flores como volantes de contención. César «Maestrico» González acompañaría al capitán Juan Arango en la creación, y adelante podrían estar Josef Martínez y Fernando Arestiguieta, este en punta y aquel un tanto retrasado para enlazar con los volantes. En el arco estaría, de regreso, Renny Vega.
Nada sobre estos nombres es definitivo, por supuesto. La alineación será determinada por lo realizado en los entrenamientos de esta semana (el equipo entrenó en la sede del club The Strongest, pero el partido será en el estadio «Siles Suazo»), no solamente sobre la base de las observaciones del cuerpo técnico en relación a fútbol y aplicación táctica, sino a lo que revelen los controles sobre la condición física de cada individualidad.
Farías -dando la pauta para evitar confianza- ha expresado que van a enfrentar a un rival «dificilísimo». Pues bien, lo cierto es que los bolivianos vienen de realizar un excelente partido, en su patio, ante Argentina. El líder de la eliminatoria, con todas sus figuras (incluidos Lionel Messi y Gonzalo Higuaín, máximos goleadores) se vio complicado todo el juego y terminó firmando empate a uno. Considerado en su caso favorable, por lo difícil de jugar en La Paz, pero al mismo tiempo confirmación de lo complicada que será la tarea para la Vinotinto.
Sobre el juego adelantó solamente que, «si se presenta la oportunidad», se lanzarán al ataque. Claro que esa «oportunidad» tendrá que crearla el equipo con su juego, controlando primero el ímpetu rival con una defensa que ha sido firme en todo el torneo, pero con el bagaje de sus ases para desarrollar ofensiva.
Uruguay: otro tema
Para la cita en Puerto Ordaz, otro grupo de jugadores ha permanecido en el país, entre quienes por sanción (suspensión de un partido, por acumulación de tarjetas amarillas) no pueden actuar contra Bolivia, entre ellos los delanteros Salomón Rondón y Nicolás Fedor.
Los «charrúas», por supuesto, conforman un rival de otro cariz. Más fuertes, con mayor recorrido internacional y, aunque tendrán inhabilitado a su goleador Luis Suárez, poseen una ofensiva de cuidado, su defensa y media mete pierna fuerte y manejan un contragolpe letal. Sin olvidar lo que citamos sobre la necesidad de reivindicarse en la eliminatoria y su capacidad como colectivo para revertir la historia del trámite suramericano.
Sacar los puntos como local es una de las premisas cuando se aspira ir al Mundial. Y, sea cual sea el resultado ante Bolivia, los venezolanos tendrán allí una gran oportunidad de despejar el camino hacia Brasil.
Armando Naranjo
donarmandonaranjo@gmail.com
@DonArmandoN
AP / Juan Karita