El presidente del Banco Central de Venezuela (BCV, emisor), Eudomar Tovar, descartó hoy «una estanflación», o inflación sin crecimiento, y señaló que se prevé una desaceleración de los precios junto con un mayor crecimiento de la economía nacional.
«Ya se está viendo una desaceleración del índice general de precios, porque en mayo fue de 6,1%, en junio de 4,7% y de 3,2% en julio. No es para alegrarse, pero la tendencia apunta a una estabilidad» inflacionaria, dijo Tovar al canal estatal VTV.
Venezuela acumula un incremento de la inflación del 29% en los primeros siete meses del año, duplicando las previsiones que fijaban en entre 14% y 16% la meta para este año.
La economía venezolana también ralentizó su crecimiento hasta 1,6% en el primer semestre (2,6% en el segundo trimestre).
Tovar sostuvo que «seguirá la tendencia al crecimiento» en los dos últimos trimestres, lo que, sumado a la desaceleración inflacionaria, desmonta opiniones de «ciertos actores económicos que están jugando a crear expectativas negativas» con fines políticos.
El presupuesto fiscal venezolano tiene una meta de crecimiento de la economía para este año de un 6%, superior al incremento del 5,6% registrado en 2012.
«Tenemos seguridad de que la economía va a seguir creciendo, la tendencia es esa y por muchas razones», entre ellas, porque «la construcción va a agarrar impulso», lo mismo otros sectores, especialmente el manufacturero, gracias a «un esfuerzo conjunto entre el Ejecutivo y el BCV para fortalecer la industria» y atender el mercado nacional y «también para exportar», señaló Tovar.
Remarcó «el esfuerzo oficial» en la mejora en la asignación de divisas, en un país con un sistema de control estatal de cambio que rige en Venezuela desde inicios de 2003 y que impide el libre acceso a la moneda extranjera.
El Gobierno asigna divisas a una tasa de 6,30 bolívares por dólar y, adicionalmente, convoca a periódicas subastas para entregar divisas a tasas mayores no fijas, las cuales no son oficialmente reveladas, pero que no llegan a los altos niveles del ilegal mercado paralelo, donde la cotización quintuplica la oficial.
La última subasta, que ofertó 335 millones de dólares a empresas y particulares la semana pasada, «ya ha tenido un impacto importante sobre la actividad economía» y quien lo niegue «está fuera de la realidad», manifestó el funcionario e insistió en que sus cifras «son reales» y «no pueden ser (motivo de) burlas».EFE