Dentro de poco pondrán en funcionamiento el portón en el área de estacionamiento, luego de que la Alcaldía de Plaza les diera el motor
Los vecinos del bloque 40 de la urbanización «27 de Febrero» en Guarenas, estado Miranda, han decidido apostar por un cambio que venga como resultado del empeño y el esfuerzo logrado por una comunidad que se resolvió a mejorar el aspecto del edificio que tienen más de 35 años de construido y que hasta hace poco lucía deteriorado.
La autogestión ha sido la clave para llegar a donde se encuentran el la actualidad las 80 familias que allí residen y aunque reconocen que queda mucho por hacer, manifiestan haber hecho adelantos que los hacen sentir más cómodos y seguros que antes.
Techo arreglado
De acuerdo con las informaciones ofrecidas por Ángela Idler, quien forma parte de la Junta de Condominio de esta comunidad, hace como dos meses y luego de varias diligencias recibieron la visita de funcionarios de la Alcaldía de Plaza, quienes acomodaron filtraciones que se venían reportando en el techo de la entrada del edificio.
Idler explicó que las labores consistieron en la reparación de dichas filtraciones que aunque ya terminaron, dejaron daños evidentes que ahora se suman a la lista de prioridades.
«Cuando este condominio entró en vigencia, el bloque estaba por el suelo. Inmediatamente consideramos apremiante la necesidad de devolverle a quienes vivimos aquí la oportunidad de estar tranquilos como lo merecemos. Se acomodaron las bombas de agua además, lo que vino a ponerle punto final al mal funcionamiento del servicio del vital líquido», apuntó.
Colocan portón
Con respecto a la parte de seguridad, hicieron las gestiones para construir un portón en el área de estacionamiento con la colaboración de todos los habitantes del bloque 40. Lo que hacía falta era el motor para hacerlo operativo y ya fue otorgado por la Alcaldía de Plaza.
«Vamos a hacer las labores para que en la próximas semanas comience a funcionar. El único detalle es que en el área de estacionamiento hay una suerte de taller mecánico y pese a que varias veces se le ha dicho que no puede seguir prestando sus servicios en la comunidad, se niega a aceptar que estamos en una zona residencial. Necesitamos de su colaboración, tomando en cuenta que además ése señor no vive en el bloque», dijo en nombre de la Junta de Condominio.
El proceso siguiente sería el de demarcar dicho estacionamiento, por lo que piden colaboración a las autoridades para contar con la pintura y de ser posible con el personal que realice los trabajos.
Gracias a un contrato establecido con la empresa Siaca, los ascensores que desde hace varios años estaban inservibles en el bloque 40 comenzaron a funcionar. Aparte para el embellecimiento de las áreas comunes instalaron banquitos.
«Lo que nos queda es volver a solicitar la reparación de la cancha que está completamente abandonada y la colocación de un parque, dado que no contamos con áreas recreativas para los muchachos, y eso exige una inversión costosa que requiere del apoyo de las autoridades locales», destacó Idler.
Yohadi Arteaga
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