La mayoría de países latinoamericanos, con Argentina, Brasil y Venezuela a la cabeza, rechazan la posibilidad de que Estados Unidos lance una acción militar contra Siria por el presunto uso de armas químicas, una cuestión que este viernes estudiarán a fondo los presidentes de Unasur.
El gobierno argentino, que ejerce la presidencia pro témpore del Consejo de Seguridad de la ONU, consideró el jueves que no se han dado «las condiciones para una solución militar extranjera» al no estar en marcha «los mecanismos previstos por el Derecho Internacional».
Buenos Aires defiende que es «inexcusable» el uso de armas químicas en la guerra siria, lo que obliga a todos los países «a comprometerse para encontrar una solución», sin embargo advirtió que ésta no pasa por «aumentar el número de muertos».
El gobierno de Cristina Fernández aboga por «una intervención humanitaria sin fines ni medios militares y con mandato» del Consejo de Seguridad de la ONU.
Desencadenado en marzo de 2011 por una revuelta popular que se transformó en guerra civil, el conflicto sirio ha causado hasta ahora más de 100.000 muertos, de los cuales 7.000 niños, según la ONU, y miles de desplazados a Líbano, Jordania, Turquía e Irak.
En la misma línea se ha posicionado Brasil, que ha dejado claro que no apoyará una acción militar «que no sea hecha al abrigo de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU», de lo contrario se trataría de «una violación al Derecho Internacional y a la Carta de la ONU».
El ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Luiz Alberto Figueiredo, pidió el miércoles esperar los resultados de las investigaciones de los inspectores de la ONU, que desde el lunes visitan las zonas afectadas por el presunto ataque químico, recabando pruebas y entrevistando supervivientes, testigos y médicos.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció que el equipo de expertos abandonaría Siria el sábado.
Maduro escribe a Obama
Estados Unidos considera que el régimen de Bashar al Asad utilizó armas químicas en un ataque el 21 de agosto a las afueras de Damasco, que dejó cientos de fallecidos, por lo que estudia llevar a cabo una intervención militar limitada.
El gobierno de Barack Obama contaba con el apoyo de Francia y Reino Unido, pero el Parlamento británico rechazó la noche del jueves participar en una intervención.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro dijo el jueves que pedirá por carta a Obama que renuncie a lanzar un ataque contra Siria, al considerar que se basaría en «una guerra montada en mentiras» y que provocaría «un desastre» en Medio Oriente.
«Reflexione, presidente Obama, a usted le dieron un Premio Nobel de la Paz, gáneselo, detenga la guerra (…) Usted se crecería ante los ojos de la humanidad si dice no a la guerra», expresó Maduro.
Maduro tiene previsto plantear su rechazo a un eventual bombardeo sobre Siria en la cumbre de presidentes de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), que se reúne el viernes en Surinam.
Agencias