El presidente Maduro desarmó el plan desestabilizador, quedando desnudo o desarmado Capriles, puesto en evidencia, más bien, ante los educadores mirandinos, pues, con las acciones acontecidas en las últimas semanas ha quedado demostrado, sobre todo para la gran mayoría de los trabajadores educativos estadales, que el único culpable de que no se les haya honrado sus deudas es él y su equipo
Como tenían previsto, y a pesar de la persecución y amenazas a que fueron sometidos por funcionarios de la gobernación, los educadores mirandinos, llevaron a cabo, el pasado miércoles 16, la protesta que habían anunciado. Jornada memorable que marca un acento en la lucha política y social del pueblo trabajador mirandino.
Esta protesta está sustentada en el incumplimiento del pago de las deudas que la gobernación de Miranda tiene contraída con los cerca de 15 mil trabajadores estadales de la enseñanza, activos y jubilados; deudas que los educadores venían reclamando, oportunamente, sin recibir de parte del ejecutivo regional satisfacción alguna, sólo “muela y mareo”, pero manejando la especie de atribuirle al Gobierno Nacional la responsabilidad por la no concreción del pago.
Política de doble juego
El ejecutivo regional, a cuyo frente se encuentra, formalmente, Henrique Capriles Radonski, tenía o tiene para el sector educativo una política de doble juego, enmarcada dentro de la estrategia desestabilizadora que la derecha radical tiene planteada en contra del Gobierno Bolivariano del Presidente Nicolás Maduro: por un lado, contraía las deudas, incluso algunas de ellas por demagogia electoral y, por otro lado, ventilaba que no las honraba porque el ejecutivo nacional le retenía los recursos, todo ello dentro del plan de ir creando una animosidad entre los educadores mirandinos en contra del Gobierno Nacional, que debía tornarse explosiva en el momento en que se estuviese discutiendo el contrato colectivo del sector educativo nacional, en la creencia de que no se tendría disponibilidad para satisfacer las aspiraciones de los gremios educativos; en ese ambiente caliente insurgiría el flaco Capriles, como abanderado de las reivindicaciones de los educadores del país; por eso la derechista dirigencia amarilla se refería a octubre como el mes decisivo, en el que el pergeñado conflicto educativo de Miranda serviría como la chispa para incendiar la pradera. Pero, para su pesar, se quedaron con los tizones encendidos.
Maduro desarmó a Capriles
El Presidente Maduro, con suficiente antelación, en septiembre, al aprobar un contrato colectivo que satisfizo las más sentidas reivindicaciones de los gremios y educadores del país, desarmó el plan desestabilizador, quedando desnudo o desarmado Capriles, puesto en evidencia, más bien, ante los educadores mirandinos, pues, con las acciones acontecidas en las últimas semanas (asambleas de educadores, diligencias del Consejo Legislativo del Estado Bolivariano de Miranda, CLEBM, declaraciones y denuncias en los medios, etc.,) ha quedado demostrado, sobre todo para la gran mayoría de los trabajadores educativos estadales, que el único culpable de que no se les haya honrado sus deudas es él y su equipo. Todo un fiasco el flaco Capriles, a quien le salió el tiro por la culata.
Marcha por la Dignidad del Magisterio
El miércoles 16, los educadores mirandinos (caprilistas, chavistas, independientes) cansados de las mentiras e inconsistencias del gobernador Capriles y de su equipo, decidieron realizar una acción que denominaron Marcha por la Dignidad del Magisterio de Miranda para exigir a la gobernación la cancelación de las deudas acumuladas que se vienen arrastrando desde el 2010 así como la homologación con el nuevo contrato colectivo nacional.
Para tal efecto, centenares de trabajadores de la enseñanza, desafiando las amenazas de sanción y despido de las autoridades educativas regionales, por una parte, se concentraron en tres puntos claves de afluencias de personas, voceando consignas, enarbolando pancartas, repartiendo volantes, en las ciudades de Cúpira, Caucagua y Guarenas y, por la otra, en Los Teques, marcharon hasta la Casa Amarilla, sede de la gobernación, para hacer valer el derecho a ser escuchados y a que se les respete el cumplimiento de sus reivindicaciones laborales avaladas en la CRV.
En su recorrido los trabajadores, al pasar frente a la Inspectoría del Trabajo, exigieron la reactivación del pliego conflictivo y que se cite al patrono. Y consignaron, también, ante el CLEBM un documento en el que solicitan su intermediación para forzar el pago de sus reivindicaciones.
Deuda con educadores
Los reclamos de los trabajadores de la educación con la gobernación son de diversa índole, van desde incumplimiento del contrato colectivo vigente, en el que se violan cláusulas como las de pensión de sobrevivencia, reposos y citas médicas, derecho a la jubilación, además se mantiene en estado de semiesclavitud a los docentes contratados, etc., Y en cuanto a las deudas, reclaman, entre otras, aumentos desde el 2010 que no han sido cancelados a pesar de estar contemplados dentro del contrato colectivo, un 54% de la homologación del 2011; la incidencia del bono vacacional, ajuste salarial y aguinaldos 2011-2012; aumento del 15%, demagógicamente prometido por Capriles, con motivo de las elecciones de octubre pasado; fideicomiso del 2012-2013; ajustes de las primas universales; etc..
El desencadenamiento de la situación conflictiva sobreviene cuando los trabajadores, entre los que hay o había muchos afectos a Capriles, descubren que han sido miserablemente engañados, pues les habían hecho entender que las deudas no se honraban por el estrangulamiento presupuestario al que tenían sometido a la gobernación de Miranda. Pero la verdad inobjetable es que nunca el gobierno central ha dejado de cumplir con el situado constitucional y la gobernación, a la fecha, ha recibido los 24 créditos adicionales que ha solicitado. El meollo del problema es que nunca se presupuestaron estas deudas… Ahora toca a los bomberos, a los deportistas…al parecer seguirá el flaco Capriles disparando por la culata.
Notas paralelas
Miguel Ugas
e-mail: miguelugas@gmail.com