Durante varios años el techo del santuario viene sufriendo filtraciones causadas por el agua de lluvia, lo que ha originado una grieta en la pared, desprendimiento de frisos y la pudrición de la madera
El templo parroquial Nuestra Señora de Coromoto de Ocumare del Tuy, tiene una historia que data desde 1693, cuando fue edificado por primera vez, es uno de los más antiguos de los Valles del Tuy. El paso del tiempo le ha pasado factura y las autoridades competentes se han hecho de la “vista gorda”, sin importarles que esta iglesia fuera declarada Monumento Histórico Nacional.
El ecologista del municipio Tomás Lander, Teobaldo Alvarado, denunció que durante varios años el techo del templo viene sufriendo filtraciones causadas por el agua de lluvia, la cual penetra a través de los espacios que van dejando las tejas deslizadas o dañadas. “Esto ha originado una grieta en la pared, que ha desprendido frisos, la madera se ha podrido y existe acarreo de materiales considerados dentro del proceso de Meteorización Físico-Químico que se encuentra en plena acción con presencia del oxígeno, dióxido de carbono, carbonato de calcio, calor, sales”, comentó.
Destacó que en el interior de la entrada principal se forma una llovizna, “en el extremo izquierdo está el mayor daño y a su vez forma hay un pozo de agua en el interior y una pequeña laguna en el exterior”, dijo Alvarado, quien pidió realizar los correctivos correspondientes para frenar el daño a esta importante estructura.
“La cantidad de humedad ha facilitado el crecimiento de helechos (Davallia mariesii) y la de un árbol parásito como es el Matapalo laurel (Ficus microcarpa L.F), del techo han descendido raíces de 3 metros de longitud, las cuales causan la destrucción de árboles, edificios y viviendas, estando dentro de la Meteorización Biológica, cuando en las grietas o fisuras se desarrollan plantas y sus raíces ejercen una fuerza mecánica y producen ácido carbónico que impactará en los minerales de las rocas y de otros materiales, también se desarrollan hongos, bacterias, hormigas, termitas y finalmente la erosión derrumbará parte de la pared si no hay una acción correctiva por el organismo que le corresponde”, apuntó el ecologista.
Un poco de historia
La capilla San Diego de Alcalá fue la primera que se construyó en Ocumare del Tuy, en el año de 1625 y un 13 de noviembre de ese mismo año llega la Imagen de San Diego de Alcalá. La Creación de la Parroquia San Diego de Alcalá fue erigida por el Obispo de Caracas y de Venezuela Monseñor Diego de Baños y Sotomayor el 7 de Febrero de 1.693, por petición de un grupo de hacendados que poseían bienes en la población. En ese mismo año se inicia la construcción de la nueva Iglesia y se concluye en el año de 1700. Con el transcurrir de los siglos sufre modificaciones que la alejaron de su originalidad.
Alvarado informó que para su construcción se utilizaron materiales como alcayatas, clavos forjados, maderas, tejas, ladrillos, tierra para la mampostería, diferentes tipos de rocas como las sedimentarias, en especial las calizas que contienen alta concentración de Carbonato de Calcio (CaCo3), cal y otros. “Estos elementos sufren degradaciones cuando están expuestos a los factores ambientales”, detalló.
Monumento histórico
El templo parroquial Nuestra Señora de Coromoto, fue declarado como Monumento Histórico Nacional el 2 de agosto de 1960 por la Junta Nacional Protectora y Conservación del Patrimonio Histórico de la Nación, según lo indicado en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela N° 26.320. Igualmente fue nombrado como Patrimonio Histórico del Municipio Tomás Lander, Decreto N° 022 del 12 de junio de 1991, publicado en la Gaceta Municipal, bajo el N° 02 del 25 de julio de 1991
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