Los economistas Francisco Faraco y Orlando Ochoa señalan que mientras continúe el financiamiento del BCV a Pdvsa la inflación no bajará
La medida anunciada por el presidente Nicolás Maduro de incentivar el ahorro con una tasa de interés de 17% para cuentas de menores de edad, la emisión de certificados de inversión de la banca pública y bonos de deuda pública nacional para ahorristas con saldo mayor a 20.000 bolívares y hasta 1 millón de bolívares, con una tasa de 15%, están muy lejos de compensar la caída del poder adquisitivo que produce una inflación anual de 50%, aseguran los economistas Orlando Ochoa y Francisco Faraco.
La semana pasada, Maduro subió la tasa a cuentas de ahorro con montos hasta 20.000 bolívares, de 12,5% a 16%. “No puede verse este alza de tasas de interés como una medida de compensación cuando la inflación en alimentos supera 72% en un año, incluyendo los productos subsidiados. De qué le vale a la gente tener dinero en el banco si pierde poder de compra”, asegura Ochoa. Agrega que la decisión lo que muestra es un “remordimiento” por la política monetaria que lleva a cabo el Banco Central al prestarle dinero sin respaldo a Pdvsa para que pague sus compromisos en bolívares.
Faraco sostiene que cuando se aumenta el financiamiento a la petrolera estatal y a la CVG se tiene un impacto sobre los precios de los bienes y del dólar paralelo. Señala que el BCV le presta dinero a Pdvsa y esta a su vez cancela deudas con sus proveedores, que colocan esos recursos en los bancos, que luego lo otorgan en créditos y vuelven a la calle. “Hoy en día Pdvsa está conectada al respirador del BCV y chupa nuestra capacidad adquisitiva. Es decir, para que la petrolera respire, los venezolanos tenemos que dejar de hacerlo”.
Faraco asegura que si se quiere restringir la cantidad de dinero, se debe aumentar el encaje legal sustancialmente y además, subir las tasas activas para que la demanda de créditos disminuya y no entre más dinero a la calle.
Añade Faraco que el gobierno se nutre de los títulos de la deuda pública que la banca le compra “y eso es un círculo infernal”. De hecho, el volumen de créditos de la banca al Ejecutivo es tan grande como el de la banca con el sector privado.
Agencias