Luego del recorrido por algunas calles de la localidad de Guarenas, los estudiantes disfrutaron de una bailoterapia en la cancha de la institución educativa
Con una caminata y eventos culturales, los chamos de la Escuela Básica Bolivariana «Ricardo Montilla» de la ciudad mirandina de Guarenas, estuvieron celebrando el Día de la Juventud este miércoles 12 de febrero.
Desde las 7:00 de la mañana, 370 estudiantes de media general se sumaron a las actividades que contaron la coordinación del personal directivo, docente, administrativo y obrero, lo que redundó en buenos resultados.
Camino por la
«paz y la vida»
El profesor Carlos Aguilar, director del plantel que se encuentra ubicado en la urbanización «Vicente Emilio Sojo» de esta localidad, fue el encargado de dar detalles sobre la celebración del Día de la Juventud, la cual se estuvo preparando desde el mes de enero como parte de los objetivos a cumplir en el segundo lapso.
La caminata arrancó en la institución a las 9:00 de la mañana, recorriendo la avenida principal de Los Girasoles, hasta llegar hasta el terminal de Trapichito, para luego desde ese punto regresar a la escuela.
«Los muchachos se mostraron muy animados por todo lo que fue organizado. La idea es programar este tipo de actividad de modo que se incentiven valores como la tolerancia, la convivencia en paz, la solemnidad y el amor. Ellos entienden que son el presente y el futuro del país, por eso se ven animados a dar lo mejor de sí para salir adelante», indicó.
Para la caminata se contó con el apoyo de funcionarios de Protección Civil, Policía de Miranda y de la Gobernación de Miranda. Desde la directiva dieron sus agradecimientos por las acciones prestadas.
Bailoterapia en la cancha
Gladys Manrique, coordinadora de evaluación de primaria, jugó un importante papel en la preparación de la jornada que se trasladó hasta la cancha de usos múltiples de la escuela, en donde la música se apoderó del ambiente, al tiempo en que los estudiantes se divertían con una bailoterapia y un almuerzo especial que prepararon las madres procesadoras.
«La idea es que los jóvenes tengan sentido de pertenencia no solamente en la escuela, sino también en su comunidad, para que así no dañen ni maltraten lo que es suyo. De igual modo se sienten más comprometidos por dar su contribución a la sociedad teniendo un comportamiento cívico, evitando la violencia y procurando siempre la paz. Con estas actividades promovemos la sana diversión, las acciones pedagógicas, deportivas y recreativas», dijo Manrique.
Yohadi Arteaga
yohaarteaga@gmail.com