Se le considera el genio de la narrativa breve, pero además escribió poemas. La novela con que se da conocer es Rayuela, que reivindica la importancia del lector, empujándolo hacia un papel protagónico que antes había sido negado en la literatura clásica
A Julio Cortázar se le considera uno de los grandes creadores de la literatura universal, un prodigio de las letras hispanoamericanas. Su literatura parte de un cuestionamiento de lo vital, cercano a los planteamientos existencialistas.
Es, asimismo, uno de los mayores innovadores en la lengua castellana como de la narrativa en las letras hispanoamericanas, lo cual se pone de manifiesto en su conocida novela Rayuela, en la que por primera vez el lector se convierte en protagonista.
En este año 2014, celebramos los cien años de su nacimiento. Esto llevará a realizar variadas actividades en honor al legado literario de este escritor.
1. La diplomacia
marcó su Nacimiento
Julio Cortázar nació el 26 de agosto de 1914, en Bruselas, capital de Bélgica, ocupada en ese momento por los alemanes. Esta situación llevó a su familia a mudarse a Ginebra y después a Zúrich.
Por consiguiente, el que Cortázar naciera en Bruselas a pesar de ser hijo de padres argentinos se debe a que su progenitor era agregado comercial de la embajada de Argentina en Bélgica. A los cuatro años, retorna a su tierra Argentina. Su padre lo abandona y se cría con su madre, su tía, su abuela y una hermana. Aunque tiene la nacionalidad argentina, adopta años después la francesa en protesta contra el gobierno argentino.
Cortázar muere en París el 12 de febrero de 1984. Por ende, recientemente se conmemoraron treinta años de la fecha de su muerte. Esta conmemoración se manifestó en la publicación de variados artículos sobre su vida y obra.
Aparte de su reconocido oficio como escritor, fue también traductor y ejerció esta profesión en la Unesco. Obtuvo el título de traductor público de inglés y francés en 1948 en un lapso de nueve meses cuando tales estudios duraban tres años. Se graduó en 1935 como profesor en Letras y enseñó la cátedra de literatura francesa. Recorre su país impartiendo clases antes de que su literatura alcanzara renombre.
Asimismo, Cortázar mostró una gran sensibilidad social; se identificó con los marginados y profesó una ideología de izquierda. Viajó a Cuba. Se hizo partidario de la Revolución Cubana asumiendo un compromiso de por vida con la misma y fue jurado del concurso de Casa de las Américas.
2. El prodigio
de la literatura
Cortázar fue un prodigio de la literatura. A los nueve años, escribió su primera novela, perdida, lo cual fue un acontecimiento afortunado para él. También a esa edad escribió poemas. Cuentos, como Bestiario, Final del juego, los venenos y la señorita Cora, son autobiográficos y reflejan momentos de su infancia.
La condición física del Cortázar infante nos recuerda a Marcel Proust, porque, como su infancia estuvo marcada por la enfermedad al igual que la del novelista francés, Julio pasó bastante tiempo en cama. Entonces, la lectura se transformó en su gran compañera. Su madre le seleccionaba cada libro que leía por lo que se convirtió en quien lo iniciara en esta práctica y luego en la escritura.
A temprana edad, ya había leído a Julio Verne, a Edgar Allan Poe y a Víctor Hugo. En fin, leyó tanto que despertó la inquietud de su madre, quien se preocupó por averiguar que sí tal comportamiento era normal para un niño de nueve o diez años.
En 1941 colaboró para la revista Huellas, donde publicó un artículo sobre Rimbaud. En 1947 escribió para otras revistas culturales como: Realidad, en la que salió Teoría del túnel, el pre texto de Rayuela; y en Los Anales de Buenos Aires, donde apareció Bestiario, una colección de ocho relatos.
Se le considera el maestro del relato corto y de la prosa poética. Al mismo tiempo, nos mostró una nueva manera de hacer literatura en el mundo hispano con la creación de algunas novelas que rompieron con los estereotipos de su época y que aún siguen siendo muestras de una innovación creadora asombrosa por su rompimiento de la linealidad temporal y del orden espacial. Además, es un innovador de códigos lingüísticos. Y debido a su tránsito entre lo real y lo fantástico, se convierte en uno de los representantes del realismo mágico.
Otra novela que escribió Cortázar fue Examen, rechazada por el asesor literario de la Editorial Losada, Guillermo de Torre. Esa novela saldrá en 1986, dos años después de la muerte del escritor. En esta obra que fue el germen de Rayuela, se aprecian aspectos como improvisación en los diálogos, el apego del autor con el mundo del jazz y muestra a un Cortázar apolítico y surrealista.
3. Vida amorosa
La vida amorosa de Cortázar giró alrededor de tres mujeres. Ellas fueron Aurora Bernarde, Ugne Karvelis y Carol Dunlop, escritora, activista, traductora y fotógrafa norteamericana.
Con Carol, su última esposa, enviudó y fue enterrado en el mismo lugar donde reposaban los restos de ella. La conoció en Canadá en 1977 y se casaron en 1981. Ella muere en 1982 a la edad de treinta y seis años a causa de leucemia al igual que él. Aunque sufrían la misma enfermedad, el uno se lo mantuvo en secreto al otro.
Con Dunlop, Julio Cortázar escribe Los Autonautas de la cosmopista, un texto en forma de bitácora, que se divide en varios capítulos, que incluyen fotografías y dibujos realizados por ellos mismos, inspirado en un viaje que hicieron en el que pasaron más de treinta días en la autopista de París-Marsella, lugar que recorrieron y donde se detuvieron en todos los paraderos que encontraron. Antes de morir, Julio termina el libro y dedica el epilogo a su mujer.
Transgresor
de las reglas
** Fue un prodigio de la literatura, Cortázar escribió su primera novela a los nueve años. Se reveló a los modelos existentes utilizando recursos como la ruptura del orden tanto cronológico como espacial y la innovación de códigos lingüísticos.
** Igualmente, se le considera el genio de la narrativa breve, pero además escribió poemas. La novela con que se da conocer es Rayuela, que reivindica la importancia del lector, empujándolo hacia un papel protagónico que antes había sido negado en la literatura clásica
La voz de la mujer
Isabel Rivero De Armas