La tensión aumentó después de que el ministro del Interior ucraniano, se diera el miércoles un plazo de 48 horas para desalojar
KIEV. Los manifestantes prorrusos reforzaron este viernes con alambres de púas las barricadas junto a la sede del Gobierno regional en la ciudad de Donetsk, en el sureste de Ucrania, que mantienen ocupada desde el pasado domingo.
Unas dos mil personas se encuentran tras las barricadas y en la plaza frente al edificio gubernamental, donde los manifestantes instalaron un poste fronterizo ruso para simbolizar que se encuentran en territorio de Rusia.
El líder del autoproclamado «gobierno provisional de la república popular de Donetsk», Denís Pushilian, anunció anoche la creación de un «ejército popular».
La tensión en Donetsk aumentó después de que el ministro del Interior ucraniano, Arsén Avákov, se diera el miércoles un plazo de 48 horas para desalojar, mediante negociaciones o con la fuerza policial, a los manifestantes que ocupan edificios administrativos en el sureste del país, de mayoría rusohablante.
Sin embargo, expirado el plazo que dio Avákov, las fuerzas policiales no han entrado en acción.
El primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, llegó hoy a la ciudad para tratar de calmar los ánimos.
Yatseniuk se reunió con políticos y hombres de negocios de la región de Donetsk, a quienes aseguró que las autoridades no planean derogar la ley que permite la existencia de dos idiomas cooficiales -ucraniano y ruso- donde una minoría supere el 10 % de la población.
Además, el jefe del Gobierno declaró que está a favor de la aprobación de una ley que permita la celebración de referendos regionales, que es una de las exigencias de los manifestantes prorrusos.
El magnate indicó que recientemente se entrevistó con los manifestantes a los que les prometió apoyo siempre y cuando sus demandas se limiten a la descentralización del poder Ejecutivo y a mejorar la situación de la región.
«Pero para mí, Donbass es Ucrania», recalcó, al rechazar las consignas separatistas de los manifestantes.
Agencias