En lo que va de 2014 han sido asesinados 71 policías de distintos cuerpos de seguridad, solo en la Gran Caracas. Esta cifra representa un aumento de 31% en comparación con la cantidad de funcionarios abatidos durante el mismo período de 2013, cuando el conteo extraoficial señalaba a 49 víctimas.
Los dos casos más recientes ocurrieron este fin de semana con un margen de cinco horas, y a tan solo seis kilómetros de distancia. Con ellos se ubicó en seis la cantidad de efectivos ultimados en julio.
Junquito a balas
Estar de día libre no le bastó al funcionario Juan Lugo para mantenerse alejado del hampa. Esta vez no fue él quien persiguió o atrapó a delincuentes, como lo hizo durante sus 20 años de servicio en Polichacao, sino que el justiciero de 40 años se convirtió en víctima de las balas en el barrio José Antonio Páez del Km11 de El Junquito, donde residía.
Su familiares relataron que Lugo conversaba y comía frutas con un amigo frente a un abasto cercano a su casa cuando fue sorprendido por los delincuentes. Entonces, lo que empezó como un robo, en el que le arrebataron su arma de reglamento, terminó con las muertes del funcionario y de su acompañante a las 11:30pm de este viernes.
Cuando pasaba esa noche y llegaba el amanecer del sábado, en el Km5 de la misma carretera, fue asesinado otro efectivo de seguridad. Esta vez, se trató de un oficial de la Policía Nacional Bolivariana, de 23 años, identificado como Jhonny Parada. Este funcionario murió en un tiroteo contra hampones cuando patrullaba el sector con miembros de la Brigada Motorizada de Antímano.
Alerta continua
El comisario Manuel Furelos, director de la policía del municipio Sucre, declaró a Globovision que los funcionarios han llegado a ser tocados por el hampa “como cualquier otro ciudadano ante la inseguridad que existe en el país”.
Aunque la mayor parte de estos crímenes incluyen el robo de su arma de fuego reglamentaria, Furelos descarta que este sea el motivo principal por el que son abordados. A su juicio, “el delincuente no perdona a un policía, es decir, cuanto ataca a una persona para robarla y nota que es policía es común que elija dispararle porque sabe que si lo deja vivo corre el riesgo de que luego él mismo lo detenga”.
Episodios como el de este fin de semana en el que dos funcionarios son asesinados en un margen de pocas horas se han hecho comunes en el transcurso de 2014. Uno de los casos ocurrió apenas nueve días después de haberse iniciado el año: En enero, en menos de 24 horas, fueron abatidos los oficiales de la PNB, Alfredo Tellechea Álvarez, de 27 años, en la avenida Andrés Bello; y Yoani Wilfredo Rojas, de 24, en Cotiza.
Inclusive, este julio, antes de los dos crímenes más recientes, ya habían sido ultimados entre el 16 y 17 de este mes el funcionario de la PNB Luis García, de 28 años, en el sector La Arenita del municipio Andrés Bello de Miranda; y el oficial jefe de Polimiranda Francisco Machado, de 34 años, en el distribuidor Los Ruices de la autopista Francisco Fajardo de Caracas.
Furelos hace, por esto, un llamado a los efectivos a estar alertas en la calle y a no bajar la guardia. “Tal y como estar las cosas, llevar una chapa en el bolsillo no convierte a nadie inmune de que algo le suceda. Es importante no confiarse”. En lo últimos cinco años, 22 funcionarios de Polisucre han fallecido víctimas del hampa, de acuerdo con los datos oficiales de esta institución.
Información de Globovisión