El venezolano vive el terror de no poder dejar su vivienda sola porque se la roban y lamentablemente, por obligación, sus vecinos se hacen cómplices al no querer denunciar a los ladrones por el temor y el miedo de ser atacados por éstos
Cada día vemos cómo se multiplican los asaltos los robos y las muertes violentas y el Gobierno se empeña de hablarnos de una “Patria Segura”, una de las mentiras más violentas y cínicas que ha afrontado el pueblo venezolano en toda su historia. A nuestra mesa de trabajo han llegado denuncias de robos perpetrados en las clínicas privadas del país sin olvidar las matanzas en los hospitales del Estado venezolano.
Las muertes por asaltos, por tiroteos o simplemente por enfrentamientos de bandas antagónicas, han llenado de luto a numerosos hogares humildes de nuestros ya precarios y necesitados barrios, hechos conocidos por la población venezolana y para colmo muchos de ellos ordenados desde nuestros recintos penitenciarios, otros motivados a la influencia y al tráfico de drogas o sencillamente por tomar posesión de guapo de barrio y adueñarme de una zona donde el delincuente se convierte en el azote de lugar.
El venezolano vive el terror de no poder dejar su vivienda sola porque se la roban y lamentablemente, por obligación, sus vecinos se hacen cómplices al no querer denunciar a los ladrones por el temor y el miedo de ser atacados por éstos y tener que lamentar la pérdida de la vida de un ser querido o seguramente su misma muerte, muerte que por lo general es ejecutada con una violencia inusitada.
Ante ese escenario, solo nos preguntamos: ¿Dónde están las autoridades que deben velar por la seguridad del pueblo?
A pesar del horror que vivimos, en días pasados vimos cómo se encontraba Caracas, cuando se realizaba la Cumbre Presidencial del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), llena de guardias nacionales, policías y militares cuidando a los asistentes a ese evento y haciendo ver que nada pasa en este país. Claro, al Gobierno le interesa más las vidas de esos visitantes que la propia vida de un bebé del barrio que matan por una bala perdida, no es que se deje de custodiar a esos ciudadanos que asisten a la cumbre del Mercosur, todo lo contrario, es que también se afanen en resguardar las vidas y los bienes de todo nuestro pueblo y ofrecernos a todos los venezolanos esa paz y tranquilidad que vivieron esos visitantes en su visita a nuestro país.
La seguridad es un objetivo a cumplir, y consiste en que la sociedad, como conjunto, tenga las condiciones de tranquilidad y colaboración necesarias para poder vivir y prosperar en paz. Seguridad y paz están vinculadas como ausencia de presiones sobre la sociedad, para que esta sea un ambiente dentro del cual las personas puedan desarrollarse de manera plena. Está vinculada con la prosperidad, porque una sociedad segura tiene mejores condiciones para progresar, a su vez, el progreso permite mayores condiciones de vida. La seguridad puede ser amenazada de diversas maneras, tal como sucede en nuestro país y eso tiene un nombre y se llama delincuencia respalda por la incapacidad de nuestros gobernantes de acabar con ella.
“Quien tenga ojos que vea, quien tenga oídos que escuche”.
Salomón Benshimol R.
e-mail: sbenshimol@yahoo.com