El centro, que debía estar listo para agosto de 2012, contaría con la última tecnología en el tratamiento del cáncer y de afecciones cardiacas, 350 camas de hospitalización y 22 quirófanos
A pocos metros del Hospital Cardiológico Infantil, Dr. Gilberto Rodríguez Ochoa, se encuentran las obras del futuro Hospital Cardiológico de Adultos y Oncológico de Montalbán, el cual debió ser inaugurado para agosto del 2012 según anunció al ministra de salud para aquel entonces, Eugenia Sader.
En lugar del centro hospitalario de primer mundo que estaba proyectado -que costaba de 120 mil metros cuadrados, 11 pisos, 22 quirófanos y 350 camas para hospitalización-, solo hay unos cimientos a medio armar y cabillas oxidadas: ni un alma a la vista, sin contar a los trabajadores de Venezolana de Cementos, que tomaron parte de las obras para montar una planta de cemento. Se desembolsaron 143 millones de bolívares y todavía nada.
Desde enero los trabajos en el lugar se encuentran paralizados, y el caso fue llevado a tribunales. Vecinos de la zona denuncian la construcción como “un elefante rojo”, según artículo publicado por Aporrea, y piden se concluya.
Esta es otra cara de la moneda de la crisis hospitalaria que padece el país desde hace varios años (que se ha recrudecido en el último mes en lo concerniente al tratamiento contra el cáncer y el Sida) y que, según Pablo Zambrano, presidente de Movimiento Autónomo Independiente de Trabajadores del Sector Salud, hace necesario que se decrete el “estado de emergencia en el sector salud”.
“La corrupción
es la que reina”
“Durante 10 años hemos estado denunciando la crisis en la salud que estamos viviendo ahora y que se pudo evitar en su momento”, dijo Zambrano, quien aseguró que el problema radica en la carencia de una política real de Estado en el área de la salud publica.
Asimismo, aseguró que “la corrupción es la que reina en la administración del sistema hospitalario; millardos y millardos de bolívares que se han desembolsado y todavía persiste las faltas de insumos, de medicamentos, la infraestructura está por el suelo, los sueldos del personal medico son paupérrimos”.
“Solo hay que ver el caso de Montalbán, allí estaban construyendo un oncológico desde hace cinco años, pero pararon las obras, siendo un hospital de ese tipo una gran necesidad como lo es ahora”, sentenció Zambrano.
Remitidos
Con respecto a la resiente crisis que sufren los hospitales oncológicos desde el cierre del Instituto de Oncología y Hematología de la Universidad Central de Venezuela, dijo “El instituto está en una situación critica, la falta de presupuesto ha llevado al deterioro de sus instalaciones; tiene buenos equipos y la alta tecnología, pero sin los reactivos necesarios y las condiciones adecuadas causan que no se puedan hacer los compuestos necesarios para el tratamiento de quimioterapia”, apuntó Zambrano.
Por otra parte, es inviable trasladar a los pacientes del IHO a otros centros, como lo ha prometido el Ministerio para la salud (promesa que hasta el momento no ha sido cumplida): muchos de los pacientes que se tratan en el Instituto, por su delicado estado de salud, no pueden ser movidos de su lugar de tratamiento; además que los hospitales, como el Luís Razetti, están colapsados.
“El único en condiciones para trasladar a pacientes con cáncer es el Domingo Luciani, pero aún en ese caso es poco recomendable hacerlo: si los llevan a otros hospitales entrarán en listas de espera y empezar todo el proceso de nuevo, y por sobre todo: luego de un tratamiento de quimioterapia, que no es cualquier cosa, andar ruleteando a una persona para arriba y para abajo es perjudicial para su salud”, acotó Zambrano.
“Ha habido mucha indolencia por parte de las autoridades a la hora de atender este problema: no les basta con que los pacientes del IHO están enfermos, que su vida está en peligro, que algunos de ellos tienen problema emocionales, que están sufriendo, sino que ahora pretenden hacerlos sufrir más con estos traslados”.
Polvillo
Vecinos de Juan Vives Suriá, urbanismo construido por la Misión Vivienda Venezuela, ubicado a las adyacencias del Cardiológico de Adultos, denuncian que se ven afectados al inhalar el polvillo producido por la actividad de la planta de cemento dentro en las obras de centro de salud, lo cual afecta, en su mayoría, a niños y a personas de la tercera edad.
Crisis en Barrio Adentro
Según Zambrano, el 50% de los módulos de Barrio Adentro están fuera de servicio, siendo muchos de ellos tomados como viviendas o incluso demolidos. “Solo los CDI están funcionando como se debe, pero como son centros para la prevención, cuando llegan casos de personas con cáncer, mujeres embrazadas o con afecciones respiratorias, tienen que ser remitidos a hospitales especializados, los cuales están colapsados”, dijo.
Luís Guillermo Valera
@LuisGValera