Las personas aseguran que deben recorrer hasta ocho locales en busca de un remedio y en oportunidades no lo consigue, por lo que deben apelar a comprarlos en otras ciudades del país
En un verdadero calvario se ha convertido para los tuyeros poder adquirir algunos medicamentos. Los más afectados son las personas de la tercera edad que deben, estrictamente, cumplir con diversos tratamientos prescritos por sus galenos de cabecera.
Los estantes de la mayoría de las farmacias y botiquerías de la región están vacíos o con pocos productos. La situación se agrava, ya que las medicinas genéricas tampoco se consiguen. Esta situación ha obligado a los lugareños de la zona a improvisar curas con remedios caseros, cuando se puede.
Armando Berroterán, a quien conseguimos en la farmacia del Hospital General de los Valles del Tuy, señaló que llevaba tres días en busca de un medicamento para controlar la tensión arterial de su progenitora.
“He recorrido unas ocho farmacias y no he logrado conseguir la medicina prescrita, por lo que seguiré buscando. Me toca ir a Charallave a ver si allá corro con más suerte”, dijo el hombre, quien reside en el sector Marare de Ocumare del Tuy.
Situación similar expuso Rosa González de Pérez con quien conversamos frente a Farmaahorro en el municipio Tomás Lander. Reveló que padece de tiroides. “Desde hace cinco años tomo medicinas para controlar la tiroides, pero desde hace unos cuatro meses conseguir los medicamentos se me ha hecho cuesta arriba” declaró. Aseguró que en oportunidades ha tenido que solicitar a sus parientes, que residen en la ciudad de Maracay en el estado Aragua, el envío de los remedios, ya que en la región del Tuy “es casi imposible conseguirlos”.
Colas y más colas
Las colas en las afueras de las farmacias tuyeras se han hecho una costumbre. El expendido de un determinado producto aglomera a los usuarios. “Cuando vendemos pañales, jabón de baño, así como máquinas para afeitar y/o toallitas diarias, entre otros productos escasos, las colas son interminables”, comentó Ernesto Pereira, quien labora en una farmacia, situada en Charallave.
MIP-TUY Agencia/Jean C. Rodríguez
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