La epidural se usa en alrededor del 80% de los partos y en un 75% de todos esos casos la técnica analgésica funciona bien
El descubridor de la anestesia epidural fue un médico militar español llamado Fidel Pagés Miravé que publicó su descubrimiento en el año 1921 en la Revista Española de Cirugía y en la Revista de Sanidad Militar. En España su uso se instauró en todos los hospitales a través de un Real Decreto en 1989.
Desde entonces las técnicas han evolucionado mucho. El objetivo es estar confortable y no sentir dolor, pero no se trata de no sentir nada,existe una alta demanda de la epidural, ya que se estima que un porcentaje inferior al 10% de las mujeres pasan por un parto considerado poco doloroso.
Los partos en los que se emplea la epidural se encuentran alrededor del 80% y de entre estas mujeres en un 75% de los casos la técnica analgésica funcionará bien. Uno de los principales temores de las madres primerizas es si la anestesia epidural no será un impedimento para dar a luz en las mejores condiciones a su bebé.
Ino Fornet, anestesista del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda (Madrid), considera que “la epidural permite tomar decisiones rápidas en situaciones obstétricas en las que existe muy poco margen de actuación, lo que equivale en muchos casos a disminuir los riesgos para la madre y el bebé».
Las tres preguntas que se repiten ¿Perjudica al bebé?, Fornet señala que no sólo no perjudica al bebé sino que puede beneficiarle dado que el dolor ocasiona alteraciones en la madre a nivel bioquímico pues se generan más hormonas del estrés (cortisol) y catecolaminas que podrían reducir el flujo sanguíneo que llega al útero.,¿Alarga el parto? En términos globales la duración del parto no se ve afectada por la aplicación de la epidural. «Si bien es cierto que el periodo de expulsión se puede ampliar, por regla general la primera parte del trabajo de parto basado en la dilatación se acorta al emplear la epidural», aclara Fornet.
¿Impide dar el pecho? ,no existen riesgos de que en la lactancia haya un paso de fármacos al bebé y aunque existen algunos datos que apuntan a un retardo en la tendencia del bebé a lactar, los estudios no son concluyentes. No se trata de no sentir nada Fornet señala que en entre un 20% y un 30% de las mujeres a las que se aplica la epidural, ésta podría no funcionar de forma correcta debido principalmente a una constitución física que dificulte al anestesista alcanzar la localización correcta para aplicar la analgesia.
Es el caso de aquellas mujeres en las que existe por ejemplo una cadera más alta que otra o una situación de sobrepeso u obesidad. Podría retardar la tendencia del bebé a lactar, pero no hay estudios concluyentes,entre las múltiples inquietudes que presentan las embarazadas en la aplicación de la epidural se encuentran el no poder moverse, no sentir cuándo deben pujar o el dolor del pinchazo.
En este sentido, Fornet tranquiliza a las futuras madres ya que apunta que en casos muy excepcionales se puede producir un episodio de parálisis, algo que podría suceder en otro tipo de pacientes mayores polimedicados y con graves cuadros de enfermedad sin dejar de ser algo excepcional.
Via 20minutos