Marroquín Reyes fue un asesino organizado, motivado por odio, sedentario y depredador sexual. Todas sus víctimas fueron hombres homosexuales, por lo cual se ha convertido en un símbolo de la homofobia en México, su país de origen
“No me arrepiento de lo que hice… de tener la oportunidad lo volvería a hacer, solo que sería más cuidadoso para no ser atrapado y no cometería los mismos errores que llevaron a mi captura… de lo único que me arrepiento es por lo que esta pasando mi familia ahora”.
Esta declaración fue hecha por Raúl Osiel Marroquín Reyes, tras su captura en el año 2006. Marroquín Reyes nació en Tamaulipas, México en 1981 y es conocido como “El Sádico», debido a que, por un tiempo, sembró el terror en la comunidad homosexual de la ciudad de México, pues con tan solo 25 años de edad se convirtió en un asesino serial que sólo mataba a los gays.
Tras los gays
El “mata homosexuales”, como lo bautizaron los medios de comunicación del momento, era un tipo con pocos escrúpulos y no tenía la menor piedad hacía sus víctimas. El modus operandi del asesino serial y secuestrador consistía en contactar a hombres jóvenes en cafés y centros nocturnos, principalmente en la Zona Rosa de la Ciudad de México, en donde entablaba amistad con ellos.
Durante la conversación, Marroquín Reyes interrogaba a sus acompañantes para determinar si contaban con recursos económicos y en caso de no tenerlos eran liberados, en cambio, los que disponían de dinero eran llevados con engaños al departamento del sujeto, donde eran sometidos, ultrajados y asesinados.
El cautiverio de las víctimas duraba entre cinco y siete días en el departamento de Marroquín Reyes que era utilizado como casa de seguridad, donde los secuestrados eran torturados y finalmente, ahorcados con una soga hasta privarlos de la vida. Posteriormente, el detenido introducía los cuerpos dentro de maletas negras que abandonaba en la vía pública.
En diversos puntos de la Ciudad de México, fueron encontradas maletas de viaje negras que contenían cadáveres de personas. El patrón de conducta de Marroquín Reyes, se identificó con la utilización de una cinta de plástico para sujetar las manos de sus víctimas y la colocación de un listón rojo en el cuello, así como la sustracción de las identificaciones de los plagiados, las cuales conservaba y portaba al momento de su detención. Cabe señalar que el presunto delincuente a una de sus víctimas le arrancó la piel de la frente con una navaja para realizar la figura de una estrella.
128 años de cárcel
Las investigaciones que llevaron a la detención de Marroquín se iniciaron el 30 de noviembre del 2005, con motivo de la denuncia del secuestro de un empleado de una televisora, por quien exigía 120 mil pesos. Sin embargo, el cuerpo sin vida de esta persona apareció el 09 de diciembre de ese mismo año en las inmediaciones del Metro Chabacano.
Asimismo, como resultado de las indagatorias, se estableció que “El Sádico”, fue el responsable del secuestro y homicidio de otras dos víctimas, ambos de 23 años de edad, quienes fueron plagiados los días 17 y 18 de diciembre del 2005, cuyos cuerpos fueron encontrados el 23 de diciembre dentro de una maleta.
Tras las investigaciones policiales, Raúl Osiel Marroquín Reyes fue arrestado el 23 de enero del 2006, en la Ciudad de México. El 04 de septiembre del 2008 fue condenado a 128 años de prisión, por lo que permanecerá el resto de su vida tras las rejas.
Los secuestros y homicidios reconocidos por el detenido son los del empleado de la televisora, de 32 años de edad; el de un estudiante de 20 años de edad, secuestrado el 27 octubre del 2005, cuyo cadáver fue abandonado en las inmediaciones de la estación del Metro Chabacano y el de un hombre de 28 años de edad, plagiado en el mes de octubre del 2005, a quien conoció en un restaurante ubicado en el perímetro de la Zona Rosa y lo llevó al hotel Amazonas, donde apareció maniatado de pies y manos.
Igualmente, reconoce el plagio y homicidio de los dos empleados de 23 años de edad, quienes fueron localizados muertos en la colonia Asturias y finalmente, asume el secuestro de una persona que trabajaba en un restaurante, a quien secuestró y posteriormente liberó en la estación del Metro La Viga.
Sin remordimientos
Marroquín había sido militar y tenía como cómplice de sus secuestros a Enrique Madrid que lo ayudaba a someter a sus víctimas y a deshacerse de los cuerpos, sin embargo, este sujeto, en la actualidad, sigue prófugo de la justicia.
Tras su detención, Marroquín Reyes declararía no ser homofóbico (aunque esta aseveración se contradeciría por otras hechas por el homicida, en donde se refiere a los gays como un mal para la sociedad) y que la razón principal de que sus víctimas fuesen hombres homosexuales se debía a que estas personas eran más fáciles de plagiar
Marroquín Reyes carecía de empatía y cosificaba a las personas a su alrededor. Después de ser apresado se le preguntó que si no se sentía mal por los familiares de las personas que asesinó, a lo que él respondió: “Nunca he pensado en ellos”.
Lo volvería a hacer
Este joven asesino, aseguro no tener remordimientos y hasta cree que le hizo un favor a la sociedad, lo cual contradice su dicho de no ser homofóbico. Igualmente, expresó que, si algún día salía de la cárcel, seguiría cometiendo los mismos delitos y que el tiempo que duraría recluido le serviría para refinar sus métodos y no caer en los mismos errores… afortunadamente, su sentencia es de 128 años, por lo que, nunca más volverá a ver la luz del sol…
Edda Pujadas
Twitter: @epujadas