Quince años. Tres lustros. Década y media. La vida puede cambiar en un segundo y evidentemente puede transformarse en 15 años. Es lo ocurrido desde aquellos 15 y 16 de diciembre de 1999. Se dicen fáciles, pero el camino de reconstrucción, no solo físico, sino del tejido social del estado Vargas, ha sido un proceso complejo, lleno de altos y bajos.
En 15 años Vargas se ha transformado y se puede decir que volvió a la vida. Pero en su cotidianidad aún lleva sobre sus hombros la huella de la tragedia y el peso de las consecuencias de no haber acatado los planes de desarrollo y de la terquedad de muchos lugareños de querer proseguir con su rumbo, a pesar de las importantes omisiones.
«Aunque el estado costero muestra un rostro de recuperación, especialmente por la inversión gubernamental que se concentró en la reconstrucción de vías, balnearios, reforestación, canchas deportivas y la primera etapa de la canalización de ríos y obras de minimización de riesgos; la tragedia luce viva por dentro. Quizás lo más significativo es que muchos se acostumbran y ven las huellas o consecuencias de 1999 como algo que está allí, que forma parte de la cotidianidad,» analiza el exdiputado Pedro Castillo, miembro de la AN para la época del deslave.
«Podríamos decir que la recuperación de Vargas está signada por el contraste. Por un lado balnearios recuperados, la avenida España, la Maternidad de Macuto o grandes estadios, y por el otro las ruinas de los edificios implosionados en Los Corales, los antiguos hoteles Sheraton y Meliá prometidos año tras año, el Castillete de Reverón, cuencas sin terminar, nulo saneamiento ambiental y precarios servicios,» explica el arquitecto Wilmer López, quien ha desarrollado una línea de investigación sobre el proceso de reconstrucción de la entidad costera.
Para López es claro que el Estado ha actuado en el plan de recuperación, pero señala espacios como Los Corales, Carmen de Uria, Cerro Grande, Marapa-El Piache, La Veguita, Quebrada Seca, Tanaguarena, El Rincón, Tanaguarena, el casco histórico de La Guaira, de gran vulnerabilidad, en donde quince años después, es normal encontrar casas sin servicios, calles de tierra y sectores enterrados en escombros.
Larga reconstrucción
Conforme a cifras del Fondo Único Social y de la desaparecida Autoridad Única de Área del Estado Vargas, la tragedia de Vargas dejó saldo de 54.392 damnificados y 240 mil varguenses afectados, cuyas viviendas podían ser recuperadas. El último censo revela que cerca de la mitad de estos varguenses regresaron a recuperar sus casas. Así mismo, Protección Civil Nacional registró unas 40.600 viviendas afectadas en el deslave. Aproximadamente 45% (unas 18 mil), fueron declaradas inhabitables. Hoy al menos 35% de estas viviendas volvió a ser ocupadas. Los daños urbanos fueron calculados en 1.729 millones de dólares.
En febrero del año 2000, la reconstrucción se anunció y comenzó. Los planes fueron presentados en Cadena Nacional de Radio y Televisión. Pero la vaguada de 2005 dejó en evidencia la poca respuesta del Estado y en abril de ese año se hizo oficial el lanzamiento del Plan Vargas bajo la responsabilidad del Ministerio de Interior y Justicia. Posteriormente en 2008 se anunció el Plan Vargas II que nunca cristalizó.
«En el primer plan – conocido como plan Genatios – se concluyó la canalización de la quebrada Guanape. El resto de los planes de reorganización urbana presentado por las facultades y escuelas de arquitectura, urbanismo e Ingeniería de la UCV, USB y Unimet, fueron desechados.
Sin embargo dentro del periodo 2000-2004 fueron aprobados Bs 2,7 billones por el Ejecutivo Nacional, solo para la remoción de escombros y se reportó 645 millones de dólares en aportes y ayudas internacionales, cuya inversión nunca ha sido precisada. Luego tras la vaguada de 2005, se iniciaron las intervenciones del Plan Vargas, cuya ejecución se extendió hasta 2007. Las 94 obras que incluía el plan representaron una inversión de 138.140.000,00 de dólares,» explica el ingeniero Augusto Vásquez.
Aunque se reconocen la construcción de 63 presas cuencas arriba, 12 espigones, torrenteras, puentes, vialidad y estructuras turísticas, las obras de minimización de riesgo siguen incompletas en 17 de las 23 cuencas intervenidas. Es la nula intervención en el saneamiento ambiental pues quedaron pendiente 10 estaciones de bombeo y la operatividad total de la planta de Tratamiento de Aguas Servidas de Punta Gorda hoy por falta de mantenimiento no alcanza el 20%.
De 12.758 casas ofrecidas por el Plan Vargas solo se hicieron 280. En 2011, tras las lluvias de 2010 que dejaron 11.900 damnificados en Vargas, se anuncia la Gran Misión Vivienda. Hasta ahora se han levantado en la entidad de 5 mil unidades.El Universal