La llegada del ex seleccionador nacional a la directiva del Zulia FC puede ser el inicio de un “sacudón” en el fútbol
Las declaraciones de César Farías sobre el comunicado de la FVF fijando posición ante la violencia en el fútbol dejan ver que el ex seleccionador está dispuesto a iniciar, junto al proceso de reorganización del Zulia FC, su campaña hacia la presidencia de la Federación.
Sin entrar en consideraciones alrededor de lo que piensan la FVF y Farías en el asunto que toma tanto protagonismo como lo que debería ser prioritario, el fútbol y sus resultados , vale apuntar lo significativo que parece será la incursión de este como dirigente de equipo. Más allá de que, como lo dijo claramente, su aspiración es llegar al máximo cargo. Y sin entrar en detalles sobre este objetivo.
Interesante, desde luego, que para meterse de lleno como dirigente, el sucrense lo haga con una divisa venida a menos, donde lo fundamental parece haber sido, simplemente, mantenerse en la primera división, con un trabajo sin mayores efectos en el mismo balompié zuliano.
Que Farías sea hombre de fútbol ya es ganancia. Los conocimientos del medio, la experiencia, deben servir para aportar novedades a una actividad que no termina de consolidarse como generadora de calidad. Año tras año, con más o menos público en los torneos locales, el nivel de juego sigue estancado, como lo demuestran los topes periódicos en las citas sudamericanas. Y es que, a juzgar por lo observado temporada a temporada, un eslabón tan importante de la cadena está en manos desconocedoras. Aficionados muchos de ellos, sí –y hasta fanáticos, en algunos casos- pero sin el insumo sustantivo para hacer crecer el producto.
Claro que en algunos casos hay equipos trabajando hacia la integración de verdaderos clubes. Pero son los menos. La mayoría se debate entre las dificultades económicas para mantener planteles discretos y la formación de base carece del trabajo fundamental. En síntesis, algo así como vegetando, en dependencia casi total de erogaciones gubernamentales, sin programas de avanzada.
Ojalá -como para efectos del primer equipo lo indican los contactos con Carlos Horacio Moreno, uno de los técnicos más calificados del patio-, la llegada del Farías dirigente sirva para motivar a los demás miembros de un circuito –que no es liga, como en casi todos los países del mundo, sino dependiente de una comisión federativa-, para darle un “sacudón” a la actividad futbolística profesional.
Eso sí, no un “sacudón” gatopardiano como el anunciado hace poco en política, sino algo capaz de reflejar en su máxima vitrina –que es la primera división-, el efecto desde las categorías menores de una actividad que no es exagerado señalar como el deporte más practicado en el país, pero cuyo volumen cualitativo no termina de manifestar. En términos comunes, hay cantidad, pero también estancamiento en calidad.
Armando Naranjo
donarmandonaranjo@gmail.com
@DonArmandoN