Al menos 40 grandes compañías estadounidenses tienen una exposición sustancial a la cada vez más profunda crisis económica de Venezuela y podrían verse forzadas a aceptar amortizaciones de miles de millones de dólares, mostró un análisis de Reuters.
Las firmas, todas ellas integrantes del índice S&P 500 y con nombres tan reconocidos como el gigante automovilístico General Motors y la farmacéutica Merck & Co Inc, tienen en conjunto en sus libros al menos 11.000 millones de dólares de activos en bolívares.
La tasa oficial es de 6,3 bolívares por dólar y hay otras dos tasas en el sistema gubernamental –conocidas como SICAD 1 y SICAD 2– a un valor de entre 12 y 50.
No obstante, en el mercado negro, el dólar se cotizaba el domingo a 190 bolívares, según la web dolartoday.com.
El problema es que el valor en dólares de los activos informados en muchas de las cuentas de las compañías está basado en el cambio de 6,3 ó 12 bolívares por dólar, y solo se permite un número limitado de transacciones con estas tasas.
Los activos valdrían muchos menos dólares si se considerara la tasa de 50 bolívares del sistema gubernamental y el valor se vería prácticamente borrado a la tasa del mercado negro.
El actual sistema también está a las puertas de un nuevo cambio que fue anunciado por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, el 21 de enero, y que ha aumentado el temor de más devaluaciones.
Tasa del mercado negro
Algunas compañías estadounidenses líderes ya han decidido que los tipos de cambio más fuertes –la tasa oficial de 6,3 y la SICAD 1 de 12– no reflejan las condiciones monetarias actuales que enfrentan en el país sudamericano.
El fabricante de productos de higiene y consumo masivo Kimberly-Clark anunció recientemente un cargo por 462 millones de dólares para su negocio en Venezuela, provocando pérdidas a la compañía en el cuarto trimestre, tras decidir que la tasa de cambio apropiada era la SICAD 2 en vez de la de 6,3 bolívares.
Usar las tasas de cambio más fuertes es irreal, por lo difícil que es repatriar los beneficios obtenidos en Venezuela de vuelta a Estados Unidos a cualquier tasa, indicaron analistas. Citigroup Inc asegura que no ha podido comprar dólares al Gobierno venezolano desde 2008.
Las compañías pueden pedir dólares a la tasa oficial si los van a usar en la importación de materias primas para usos prioritarios, como alimentos y medicinas, y algunos pueden comprar dólares a la tasa de 12 bolívares del SICAD a través de subastas, que se celebran varias veces al mes, pero están dirigidas solo a sectores específicos.
Ahora que los bajos del precios del petróleo han dejado a Venezuela con menos dólares, su junta cambiaria ha reducido cada vez más la aprobación para la repatriación de dividendos a la tasa oficial, dejando a las compañías con una cantidad creciente de bolívares atrapados por controles monetarios.
“Es un gran acuerdo y las compañías recibirán un fuerte golpe”, dijo Ali Dibadji, analista de Sanford C. Bernstein & Co Inc. “Mire lo que hizo Kimberly-Clark la semana pasada, o lo que hizo Clorox hace unos meses, yéndose de Venezuela”.
Ford Motor Co y la compañía de servicios petroleros Schlumberger NV sufrieron fuertes golpes a sus utilidades trimestrales por sus operaciones en Venezuela.
Ford asumió un cargo de 800 millones de dólares en el cuarto trimestre y Schlumberger de 471 millones.
Una portavoz de Ford dijo que todavía valoran sus activos en Venezuela a unos 12 bolívares por dólar. Pero el sistema es tan duro que la empresa aprobó un cambio contable que aislará su negocio venezolano para que no tenga un impacto directo en los resultados operativos de la compañía.
Schlumberger, que usó antes la tasa de 6,3, dijo que ahora utiliza la SICAD 2 de 50, ya que “representa mejor la situación de la actividad empresarial de Schlumberger en Venezuela.”
Otra firma del S&P 500 que pasó de 6,3 a 50 bolívares en las últimas semanas fue el productor de gases industriales Praxair Inc, que registró un cargo de 131 millones de dólares en el cuarto trimestre. También aseguró que el cambio afectará a sus ingresos y utilidades en 2015.
¿Otra devaluación?
Estos cambios no reflejan la perspectiva de otra devaluación en Venezuela, como insinuó recientemente Maduro, quien busca frenar el aumento de los precios en medio de una inflación del 64 por ciento y una caída de los ingresos petroleros.
La tasa oficial fue devaluada por última vez un 32 por ciento, desde una tasa de 4,3 bolívares hasta una de 6,3 en febrero de 2013, en la que fue en su momento la quinta devaluación en una década.
Maduro dijo el 21 de enero que fusionará las dos tasas SICAD existentes (de 12 y 50 bolívares por dólar, respectivamente).
También introducirá una nueva tasa para ofrecer dólares a través de corredores privados, aunque aún no se conocen los detalles.
Además de las incertidumbres cambiarias, las compañías extranjeras se enfrentan a múltiples problemas más en Venezuela, desde la débil demanda a la escasez de muchos bienes, dificultades para importar partes y productos, así como depender del Gobierno para aprobar subidas de precios y poder mantener el ritmo en este escenario de hiperinflación.
La mayor parte de la exposición de empresas del S&P 500 al cambo en bolívares está concentrada en 10 compañías que han informado que tienen cerca de 7.300 millones de dólares en activos vinculados al complejo sistema cambiario del país, de acuerdo a análisis de Reuters basados en los últimos resultados trimestrales.
Pero si esas compañías usaran el sistema SICAD 2 para valorarlos, sus activos disminuiría en unos 5.800 millones de dólares. Todas esas empresas utilizan actualmente las tasas de 6,3 y 12 bolívares por dólar.
“Creo que más compañías pensarán en dejar Venezuela si persiste la imposibilidad de retirar dinero o usar los precios para compensar las devaluaciones”, afirmó Dibadji.
Reuters