El pueblo de Naiguatá, en el estado Vargas, amaneció movido ante la celebración del Corpus Chisti este jueves. En la Iglesia San Francisco de Asís de Pueblo Arriba comenzó la misa en honor al Santísimo Sacramento, mientras que fotógrafos, periodistas y reporteros gráficos abordan las casas de los Diablos Danzantes, mientras dan los últimos toques a sus máscaras, se visten y se colocan el campanario para bajar a pagar promesa, una vez que oigan la señal del cajero Mayor, Elio Yriarte.
Los cohetones ambientan el lugar, los chiquillos vestidos de diablos corren por las calles y posan para las cámaras, mientras que en la casa de Eduardo Escobar, un vecino de la zona, ya hierven las siete ollas del tradicional sancocho, para el cual se requirieron unos 350 kilos entre verduras y carne.
Así comienza la celebración del Corpus Chisti en esta comunidad costera, una de las 11 cofradías venezolanas reconocidas en 2012 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
AVN