El acuerdo fue alcanzado tras una maratón de negociaciones iniciada en septiembre de 2013 y cuya última ronda se extendió a lo largo los 18 últimos días
Irán y las grandes potencias concluyeron el martes un acuerdo que prácticamente imposibilita a Teherán la construcción de una bomba atómica durante varios años, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales que ahogaban su economía.
El presidente estadounidense Barack Obama se congratuló por el acuerdo que da la “posibilidad de ir en una nueva dirección”.
Londres, Teherán y Bruselas también celebraron un acuerdo “histórico”, mientras que Moscú aseguró que el mundo había lanzado “un gran suspiro de alivio”.
París esperó que con este compromiso, “ciertas crisis en las que Irán está implicado directa o indirectamente puedan resolverse más fácilmente”.
Por el contrario, Israel denunció de inmediato un “error histórico” que permitirá a Irán financiar “su máquina de terror”.
Es la primera vez que un acuerdo a tan alto nivel se produce entre la República Islámica y Estados Unidos desde la ruptura de sus relaciones diplomáticas en 1980.
Irán niega la bomba
El acuerdo fue alcanzado tras una maratón de negociaciones iniciada en septiembre de 2013 y cuya última ronda se extendió a lo largo los 18 últimos días, un final de una duración sin precedentes desde los acuerdos de Dayton que pusieron fin a la guerra de Bosnia-Herzegovina en 1995.
El objetivo es hacer casi imposible que Irán pueda fabricar la bomba atómica, permitiendo al mismo tiempo a Teherán, que niega haberlo intentado en ningún momento, su derecho a desarrollar una industria nuclear civil.
Contra voto irresponsable
Los inversionistas se dicen dispuestos a regresar a este país de 77 millones de habitantes, que dispone de las cuartas reservas de petróleo en el mundo y la segundas de gas. Irán, un país de la OPEP podrá exportar de nuevo su crudo.
La adopción por parte del Consejo de Seguridad de la ONU de una resolución que valide el acuerdo llegará en los próximos días, según París.
Más optimista se mostró la AIEA, cuyo director general, Yukiya Amano, expresó su “confianza” en la capacidad de su agencia para supervisar la aplicación de los términos del acuerdo.
AFP