En la morgue de Bello Monte, se encontraban este martes los familiares de Aleixa del Valle Lara, de 22 años de edad, operadora de mantenimiento del Inces en Los Cortijos. La joven murió al quedar atrapada en la línea de fuego de un enfrentamiento frente a la estación del Metro Carapita, cuando una pareja de motorizados enfrentó a tiros a delincuentes que intentaron despojarlos de una Kawasaky KLR650 negra.
Su hermano, Richard Lara, dijo que la joven vivía en Carapita con su cuñada. No tenía hijos y esa hora iba camino a su trabajo. «Nos dijeron que hubo un enfrentamiento entre banda y ella quedó en el medio», comentó.
La mujer y su familia son oriundos del estado Sucre. Ella tenia tres años de haberse venido a Caracas en busca de empleo. En esa entidad inicio estudios de Ingeniería Agrónoma, pero los abandonó para venirse a la capital.
Su hermano dijo que él salió de casa muy temprano y apenas llegaba a su trabajo cuando lo llamaron para darle la noticia. Dijo que la mujer duró más de 15 minutos allí tirada porque nadie se atrevía a auxiliarla, hasta que la llevaron al hospital Miguel Pérez Carreño pero estaba muerta. Recibió un impacto de bala por la espalda que le salió por el pecho atravesándole el corazón.
Para Richard Lara hubo temor entre los testigos de ayudar a su hermana porque en estos casos quien lleva a una persona herida de bala a un hospital, termina involucrado en el crimen. “No es posible que intentes ayudar a una persona y después la policía te quiera meter preso asi”, agregó.
Contó que después del homicidio ocurrido a las 6:40 a.m. del lunes, los familiares fueron al sitio donde cayó su hermana y no vieron cámaras de seguridad cerca, mucho menos policías.
-En ese lugar -contó- había una carpa que primero ocupo la GNB y luego la PNB pero la quitaron. Hace unos meses fue asesinado un fiscal de línea por puesto, los conductores protestaron, la carpa fue reactivada pero semanas después fue eliminada nuevamente.