Mayades Pacheco, madre del niño narró el dramático hecho de sangre que cobro la vida de su pequeño hijo Juanderling, cuando regresaba con ella de hacer unas comprar en la avenida Baralt
Un disparo en la cabeza que recibió cuando caminaba con su madre por una calle de Sarria, cobro la vida del pequeño Juanderling Mijares Pacheco, de 3 años de edad. El crimen se registró la noche del lunes, entre las esquinas de San Pascual y El Carmen.
Mayades Pacheco, madre del niño narró el dramático hecho de sangre que cobro la vida de su pequeño hijo, cuando regresaba con su madre de hacer unas comprar en la avenida Baralt.
Ya habían dejado a la abuela del pequeño y la mujer continuó con el niño hacia Sarria, en un autobús que llevaba la ruta de la avenida Panteón.
Contó que se bajó del colectivo frente al Hospital de Clínicas Caracas para caminar hasta su casa. Antes se detuvo en una bodega donde compro aguacate y un helado para su bebé. «Yo seguí caminando con el bebé tomado de la mano. Nunca lo soltaba porque escuchaba cuentos de niños que antes un descuido se lo llevaban. Estaba metiendo mi helado en una bolsita para no soltarle la mano», narró.
En ese momento la madre del niño vio a unos hombres que no eran de la zona parados a un lado de la calle. Ella no reparó en la situación pero de pronto escuchó que decían entre sí «pendiente, pendiente». Se alertaron ante la presencia de dos uniformados de la GNB que pasaban por la cuadra.
Mayades observó que uno de los sujetos desconocidos se adelantó a su paso y se detuvo en medio de la calle frente a ella. Otros caminaron de prisa en sentido contrario. De pronto, el sonido de un disparo. «No vi armas, no vi a nadie disparando. Escuche un solo tiro. Cuando volteó para proteger a mi hijo lo vi en el suelo. Pensé que se había caído y cuando lo agarre sentí el calor y lo pegostoso de la sangre», dijo.
Con prisa Pacheco comenzó a gritar pidiendo ayuda. Llamo a su hermano, subieron al niño en una moto y lo llevaron al HCC pero estaba muerto. Ella se fue a la clínica aparte, con el dueño de la bodega que le presto el apoyo.
El pequeño Juanderling Mijares era el menor de dos hermanos. El mayor tiene 13 años de edad. Cursaba el segundo nivel de preescolar en la UE Colegio Clara Marrero de Monagas, en Sarria.
Su bisabuelo, Luis Pacheco, exigió justicia desde la morgue de Bello Monte. Hizo un llamado al gobierno nacional para que cesen los niveles de inseguridad. «En lo barrio no vive puro malandraje. En lo barrios también crecen ingenieros, médicos, niños y jóvenes que son el futuro de este país. Con las elecciones señor Presidente se le demostró a usted que su gobierno no ha servido para acabar con la inseguridad en este país», dijo.
Mijares perdió a dos de sus hijos a manos de la delincuencia. «Ahora cuando esperaba pasar un 24 de diciembre feliz, una navidad en armonía con mi familia, tengo que enterrar a mi nietecito», expresó.
AA