Tal y como lo reseñamos en nuestra edición de ayer, tres de los cuerpos sin vida fueron hallados en las riberas del río Guaire, en el sector las Parcelas del Olivo del Rosario de Soapire y un cuarto en un barranco
Entre lágrimas, los parientes de los cuatro muchachos asesinados el pasado lunes en la comunidad El Rosario de Soapire en Santa Lucía del Tuy, acudieron la mañana de ayer a retirar sus cadáveres en la medicatura forense de Ocumare. Aunque saben que pedir justicia no les devolverá la vida a los jóvenes, consideran urgente que se tomen medidas contra la delincuencia “que prácticamente está acabando con nuestros hijos”.
Los familiares de Erick Humberto Rivera Hernández (23) y Carlos Cipriano Arvelo Martínez (25), acompañados de los deudos de Jean Carlos Orta (20) y Yonaikel José Sánchez Machado de 16 años de edad, contaron que el grupo salió el lunes a las 7:30am a cazar iguanas y a bañarse en el río, como acostumbraban hacerlo en sus tiempos libres. Luego, cerca de las 12 del mediodía, agricultores del sector Las Parcelas del Olivo, escucharon varias detonaciones y una vez que dejaron de sonar los disparos, revisaron la zona, hallando tres cadáveres a orillas del afluente, y otro más adelante, en un barranco.
“A través de un allegado nos enteramos que nuestro hijo había sido asesinado”, dijo consternado el padre de Erick Humberto, quien pidió a las autoridades “tomar medidas urgentes en los barrios porque el hampa está acabando con nosotros”.
El hombre contó que su muchacho, quien deja una mujer embarazada y era el menor de dos hermanos, trabajaba con él en el área de la construcción. “Actualmente estábamos haciendo una placa, pero como se acabó el material, el lunes no salimos a trabajar, así que el decidió ir a cazar”, narró.
Carlos Cipriano Arvelo Martínez, otro de los fallecidos, también trabajaba con su progenitor. Según refirieron sus parientes, el joven era técnico medio en refrigeración, aunque en este momento estaba ayudando a su papá en la edificación de una casa en Nueva Virginia. Era el mayor de tres hermanos y deja una niña huérfana.
Todos los fallecidos residían en el sector 1 de La Nueva Virginia, a excepción del adolescente, quien vivía en el sector 6 de ests mismo urbanismo luciteño. El Cicpc investiga el cuádruple homicidio sin descartar ninguna hipótesis.
MIP-TUY