Conductores dicen encontrarse entre la espada y la pared ante los nuevos números de la gasolina y los lugares para apacar. En los garajes hacen reducción de personal ante nuevo salario mínimo y bono de alimentación
“Antes todo el mundo añoraba tener un carro. Ahora se ha vuelto una pesadilla, en principio porque encontrar los repuestos es una tragedia y de paso hay que surtirlo de una gasolina que ya no está subsidiada como era costumbre y hay que pagar tarifas de estacionamiento que amenazan con seguir subiendo hasta sobrepasar el billete de máxima denominación”, reflexionó Pedro Hurtado, vecino de Guaremal que labora en San Pedro de Los Altos.
–Pasar de 11 bolívares a 40 diarios significa que desembolsillaré semanalmente 1.500, eso sin incluir los fines de semana que uno suele visitar centros comerciales. Nada más en este gasto se me irá poco más del nuevo sueldo mínimo, y ya solo en el alquiler de camiones cisternas porque no hay agua constantemente en mi comunidad, se me va otro salario. El problema es que no rebaso los 32 mil bolívares al mes y tengo una familia de 4 miembros.
El análisis más o menos similar lo hicieron todas las personas que se toparon con carteles improvisados en los estacionamientos capitalinos que anunciaban “Bs. 40 la hora”, mientras que los encargados acotaban que eso era “por ahora”, haciendo referencia a la lucha que mantiene la Asociación Nacional de Propietarios y Administradores de Garajes y Estacionamientos (Anpage) para cobrar la hora en 130 bolívares.
“La gente se queja pero debe entender también nuestra posición”, atajó Luis Almeida, trabajador de un aparcadero en el casco central de la ciudad capital, quien detalló que el aumento apenas alcanza para costos de mantenimiento.
“Infraestructuras tan amplias como éstas no son nada baratas de mantener, eso sin contar la responsabilidad que conlleva tener un negocio de este tipo donde trabajamos con carros y lidiamos con una inseguridad galopante. Precisamente hace poco se dio el caso de un robo en un estacionamiento en El Barbecho; esas son variables que hay que considerar pero que pocos toman en cuenta”, explicó.
La conversación, escuchada por quienes se disponían a aparcar, generó controversia. Francisco Meléndez, conductor, cuestionó por qué el aumento no fue progresivo para que impactara menos el bolsillo.
“A este Gobierno le encanta tener bombas de tiempo en las manos; aguantan los precios hasta arruinarse y llegar al punto de que hay que aumentar lo que no hicieron en año y medio. Ya estamos pagando los daños del papá Estado con el tema de la gasolina que además estoy seguro que seguirá subiendo”, acotó.
Menos empleos
Con el aumento del sueldo mínimo y del bono de alimentación son muchas las empresas que están evaluando sus nóminas. Los estacionamientos no escapan a esta realidad.
“Como me parecía ilógico pagar más en cestatickets que en sueldo, pensé haber entendido mal hasta que mi contadora me explicó lo que implicaría la llegada de marzo para mi negocio. Si no suben a 130 bolívares la tarifa en el corto plazo yo no tengo para mantener a cuatro empleados, me quedaré con dos o uno y me tocará mover los carros a mí”, confesó Cheo Mora, encargado de un estacionamiento en la ciudad del clima ideal.
–Hasta que no cambien el rumbo económico del país estamos destinados al fracaso. Aumentan a lo loco el sueldo cada vez que se ven entre la espada y la pared sin importarles el daño inflacionario masivo que causan porque todo aumenta en igual o mayor proporción. Vamos directo al fracaso con este sistema.
Johana Rodríguez
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