Florida, EE. UU. No hay nada más reconfortante que una brisa de aire fresco para saludarte a tu regreso al planeta después de casi un año encerrado en una cápsula espacial.
Esa fue la primera reacción del astronauta Scott Kelly, quien regresó el miércoles a Kazajistán junto con su compañero durante el último año, el cosmonauta ruso Mikhail Kornienko.
En una entrevista en la NASA antes de viajar de regreso a su hogar en Houston, Kelly consideró «notable» sentir el aire frío cuando se abrió la escotilla de la cápsula Soyuz después de tocar tierra. «No insinúo que no estuviera fresco en la estación espacial», afirmó «pero no hay nada como una brisa de aire fresco que se cuele en la cápsula».
Tanto Kelly, de 52 años, como Kornienko, de 55, añoraron el contacto con la naturaleza durante su misión de 340 días en la Estación Espacial Internacional, una prueba de la NASA como preludio a futuras misiones a Marte.
«Al igual que Scott, yo deseaba ver la Tierra y sentir el aroma del aire fresco», comentó Kornienko. «Es una sensación inolvidable».
AP