Con las muertes del oficial agregado Santos Eduardo Bolívar Toledo y el oficial Josbert Eduardo Lugo Vásquez, pertenecientes al cuadrante 6, Estación Policial Sucre, suman 80 los efectivos asesinados en lo que va de año en La Gran Caracas
Dos oficiales de la Policía Nacional Bolivariana fueron asesinados ayer cuando circulaban en moto por el puente de Los Flores de Catia, tras haber sido impactados por una camioneta Jeep Grand Cherokee. Una vez que se estrellaron, fueron baleados por los ocupantes del vehículo, despojados de sus pistolas y radios transmisores.
El hecho se registró a las 3:45 de la madrugada al comienzo de la autopista Caracas-La Guaira. Con la muerte del oficial agregado Santos Eduardo Bolívar Toledo y el oficial Josbert Eduardo Lugo Vásquez (27), pertenecientes al cuadrante 6, estación policial Sucre, suman 80 los efectivos asesinados en lo que va de año en La Gran Caracas.
Los oficiales salieron de su comando para verificar una novedad en el hospital periférico de Catia. Los antisociales que se apoderaron de los equipos se comunicaron por el radio transmisor a la central y con palabras obscenas notificaron los que habían hecho. Llamaron “brujas” a los policías y les aseguraron que los matarían a todos.
Josbert vivía en Santa Teresa del Tuy, pertenecía a la tercera promoción de la Unes, y tenía dos años y siete meses de servicio.
Funcionarios del Cicpc inspeccionaron la escena del crimen y colectaron los videos de la cámara de seguridad instalada en el hotel Flores Luxor que captaron los hechos.
Se informó que la camioneta utilizada por los criminales fue localizada en las inmediaciones de El Calvario, cerca de los bloques de El Silencio y presenta daños en su carrocería.
Hallaron cadáver de un
directivo de transportista
En una zona intrincada del sector La Torta, en la carretera vieja de Macarao, hallaron el cadáver del transportista Juan José Camacaro, de 68 años, socio de la Unión Conductores de Antímano (UCA) y encargado del departamento de repuestos de dicha organización.
Camacaro vivía en Kennedy, salió de su residencia el lunes a las 7:30 de la mañana, en su camioneta Tucson negra año 2008, con una cantidad de dinero para hacer unas compras y luego iría a su oficina.
No volvieron a verlo y la familia comenzó a buscarlo. El martes, funcionarios de la PNB localizaron el vehículo en un sector de Macarao, parcialmente desvalijado. Lo dejaron abandonado porque no lo pudieron prender. Le quitaron el caucho de repuesto, una batería y accesorios del tablero.
Los funcionarios de Inteligencia y Delincuencia Organizada lograron identificar a los implicados en el hecho, con quienes sostuvieron un intercambio de disparos, hubo un abatido y varios detenidos. Uno de los aprehendidos condujo a la comisión al sector boscoso donde habían arrojado el cadáver de Camacaro.
El cuerpo estaba en un barranco, atado de pies y manos y tuvieron que pedir la colaboración de los bomberos para rescatarlo. Le habían dado disparos de escopeta en la nuca y en la cabeza.
Camacaro siempre se dedicó al servicio de transporte público. Dejó cuatro hijos y 10 nietos.
Los familiares se enteraron del hallazgo porque la policía les notificó.
-Que tristeza, una persona tan mayor, eso es no tener corazón, porqué no le quitaron la camioneta y lo dejaron vivo? Era tranquilo, no se iba a resistir, dijo su hija Aracelys Camacaro, con profundo dolor.
AA