Afluencia en las calles hacía pensar que en vez de jueves estábamos en día domingo. El transporte público trabajo con timidez. En horas de la mañana personas hacían compras nerviosas de lo que podían encontrar en comercios formales e informales, pero en la tarde todo era quietud
La soledad dominó el escenario durante este jueves 1ero de septiembre en las ciudades de Guarenas y Guatire, en el estado Miranda. A la par que en la ciudad de Caracas se llevaban a cabo sendas concentraciones tanto del sector de la oposición, como del chavismo, en los bajos mirandinos el clima hacía pensar que estaba viviendo un día domingo, con baja afluencia del transporte y un elevado porcentaje de comercios cerrados.
Aunque durante las horas de la mañana de ayer la actividad económica en la calle inició con algo de fuerza, pasadas las 11:00 am eran cada vez menos los negocios que mantenían abiertas sus puertas.
El transporte público, por su parte, laboró con normalidad hasta cerca de las 3:00 de la tarde, y tendía a bajar su afluencia en las calles luego de esa hora. El transporte hacia Caracas era prácticamente nulo en los terminales de rutas extraurbanas sólo se les indicaba a los usuarios que intentaban dirigirse a la capital del país, que muchos carros estaban haciendo traslados a las concentraciones y otros prefirieron «guardarse».
En los pocos establecimientos de expendio de carnes y embutidos que se mantuvieron abiertos, los usuarios hacían «compras nerviosas», y en el caso de los puestos de economía informal que se dedican al expendio de masa artesanal, sardinas y hortalizas, los mismos estuvieron abarrotados hasta las horas del medio día, luego la afluencia de personas en las calles bajó.
El despliegue de seguridad hacia los accesos y salidas de las ciudades de Guarenas y Guatire fue bastante notorio, especialmente hacia la autopista y en la Avenida Intercomunal Guatire-Guarenas.
En los centros comerciales grandes, situados hacia la Avenida Intercomunal y hacia el municipio Zamora, mermó casi por completo la afluencia de personas, lo cual obligó el cierre de establecimientos sumamente temprano.
Al cierre de estas informaciones se conocía de la circulación de pequeños grupos motorizados en caravana por estas ciudades, sin embargo, esto ocurrió en una escena de tranquilidad, indicando que se trataba de quienes regresaban de las concentraciones pautadas para ayer por parte de ambos sectores políticos (de gobierno y de oposición).
Janeth Solórzano
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