«La destitución de la presidente por parte del Senado de Brasil genera preocupación y tiene implicaciones regionales cuyo examen justifica una reunión extraordinaria de cancilleres», expresó el organismo en un comunicado
La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) propuso este jueves una reunión extraordinaria para analizar la situación de Brasil tras la destitución de Dilma Rousseff de la presidencia.
«La destitución de la presidente Dilma Rousseff por parte del Senado de Brasil genera preocupación y tiene implicaciones regionales cuyo examen justifica una reunión extraordinaria de cancilleres», expresó el organismo en un comunicado.
El organismo agrega que su secretario general, el expresidente colombiano Ernesto Samper, está «haciendo consultas con los cancilleres de la Unión», sin detallar una fecha concreta.
Tras un proceso de nueve meses, el Senado brasileño aprobó este miércoles por 61 votos contra 20 la destitución de Rousseff por irregularidades presupuestarias que ella siempre negó.
Apelación ante
Corte Suprema
El abogado defensor de la expresidenta brasileña Dilma Rousseff pidió este jueves a la corte suprema la anulación del fallo del Senado que la destituyó de su cargo menos de 24 horas antes.
La apelación, a la que accedió la AFP, solicita «la suspensión de inmediato de los efectos de la decisión del Senado Federal que condenó por crimen de responsabilidad a la Presidenta de la República», según el texto firmado por el exministro de Justicia José Eduardo Cardozo, quien defendió a la exmandataria durante el impeachment.
La medida cautelar pide además la realización de «un nuevo juicio» y restablecer la presidencia interina de Michel Temer, exvicepresidente de Rousseff que juró como nuevo jefe de Estado de Brasil hasta fines de 2018 poco después de consumarse la destitución.
El día después…
Dilma Rousseff abandonará pronto la bellísima y lujosa residencia presidencial de Brasilia… Pero su vida post-impeachment tal vez no sea tan mala después de todo.
Destituida por decisión del Senado el miércoles, la primera mujer en ocupar la presidencia de Brasil pasa a engrosar la población de cerca de 12 millones de desempleados en la principal economía de América Latina.
Y saldrá por última vez del Palacio de Alvorada, la residencia presidencial, junto a su perro salchicha Fafa.
Tendrá que redescubrir una vida sin el avión presidencial o el ejército de secretarios, asesores, cocineros, guardias, que tenía a disposición. Sin contar con el sueldo mensual de casi 30.000 reales (unos 9.200 dólares) que recibía junto a otros beneficios, por liderar este país de 206 millones de habitantes.
Regresará ahora a su modesto apartamento de Porto Alegre, la capital del estado de Rio Grande do Sul (sur), donde construyó su carrera política y donde vive su familia.
Tiene 30 días para salir de Alvorada, con la mudanza pagada por el Estado y el derecho a usar un avión de la Fuerza Aérea por última vez, según el diario Folha de Sao Paulo.
Tendrá derecho además a tener, en su carácter de expresidenta, cuatro guardias, dos asistentes y dos choferes. AFP