Solo en el caso de fraude electoral grave, un delito que por su tamaño afecte la transparencia del procedimiento en general, es que estaría excepcionalmente justificada la anulación total del pretendido referendo revocatorio
La comunidad internacional observa el tema del Referendo Revocatorio en Venezuela con más atención que las elecciones para presidente de Estados Unidos.
Para preservar su reputación democrática, la revolución debe respetar el derecho de la oposición a que ponga sus huellas para el Referendo Revocatorio, como lo establece la Constitución en su artículo 72 porque esto es un procedimiento democrático.
La idea del Referendo Revocatorio fue originalmente creada por Hugo Chávez para Venezuela en su proyecto de Constitución entregado a la Asamblea Constituyente.
Se sabe que por haber solicitado tarde el Referendo, ya no hay tiempo para que se celebre dicho acto final en 2016 y por lo tanto queda para 2017.
Si ocurre en 2017, el chavismo tiene tiempo para organizarse y ganar ese procedimiento como lo hizo Chávez en 2004. Es decir, los revolucionarios podemos aspirar al triunfo electoral y lograr así un soberano referendo ratificatorio a favor del presidente obrero Nicolás Maduro, para que cumpla cabalmente su mandato y cree un escenario conveniente para 6 años más de chavismo, volviendo a ganar elecciones para la presidencia.
Por eso estoy de acuerdo en asumir el reto democrático, que se llegue a la etapa de recolección de huellas y que se cuenten los resultados, para así determinar si hay 4 millones de venezolanos que optaron por activar la convocatoria al Revocatorio y de ser así, en caso de cumplirse los requisitos, en 2017 vamos al propio Referendo Revocatorio donde ganará quien saque 7 millones y pico de votos o más. Yo lucharé por la opción revolucionaria, pero velaré por un proceso transparente para ambos polos como estudioso del Derecho.
Debo resaltar, con toda responsabilidad, que solo en el caso de fraude electoral grave, un delito que por su tamaño afecte la transparencia del procedimiento en general, es que estaría excepcionalmente justificada la anulación total del pretendido referendo revocatorio y la imposibilidad de promoverlo en el vigente período constitucional. Así opino.
Jesús Silva R.