Para que el diálogo sea eficaz, las partes intervinientes deben, en primer lugar, juramentar el cese de hostilidades sin sostener posiciones antagónicas
Cesáreo José Espinal Vásquez
cjev@cantv.net
Alguien me comentó sobre el éxito político de Hugo Chávez, quien inteligentemente “enamoró” al pueblo arrancándose la corbata a lo Perón y se la lanzó a la muchedumbre, que gritaba groseramente en sus discursos a lo Hitler; inventó un socialismo humano para los pobres, simulando el evangelio de Cristo, denunciando enemigos dentro y fuera del país, con el imperio yanqui, y obtuvo asesoría de Fidel Castro y amistad con países que andaban a la deriva. En cuanto al presidente Maduro, ha sido inteligente en promover y sostener reuniones para el diálogo y logró la asistencia de la mayoría de los partidos de la oposición aupados en la organización del partido político Mesa de Unidad Democrática (MUD). Dialogar sin transigir es tiempo perdido y ha sido beneficioso para el gobierno y su partido (Psuv) y así fueron los resultados. No hubo oportunidad para el revocatorio, la Asamblea Nacional no existe debido al desacato sancionado por el TSJ, no ha habido elección para gobernadores y alcaldes. Para que el diálogo sea eficaz, las partes intervinientes deben, en primer lugar, juramentar el cese de hostilidades sin sostener posiciones antagónicas, manifestar la suspensión temporal del socialismo marxista, como legado político de Hugo Chávez, quien públicamente se confesó marxista y por el otro lado, los partidos democráticos dejar para la historia la democracia capitalista, neo liberal y salvaje. Si esto no se determina previamente, el diálogo es sal y agua, se consumen en sí mismos, porque el marxismo y la democracia no coexisten, son agua y aceite que se repelan. La MUD está inscrita como partido político y los partidos que la integran renunciaron al derecho de postularse a fin de tener una tarjeta única para las elecciones. Sus coordinadores se esforzaron en mantener la unidad y no dispersarse en cada partido democrático por su lado. Pero hoy por hoy, si no se enamora al pueblo no se tendrá éxitos en las elecciones. No basta con atacar al gobierno de lo malo que ha hecho, sino es imprescindible decirle al pueblo qué actividades del gobierno pueden mejorarse en democracia; por ejemplo, que las viviendas son buenas, pero sería más beneficioso para la calidad de vida que se active la producción de bienes y servicios privados y no sea de exclusividad del gobierno-Estado; los Clap son buenos, pero mejor sería llevarlos a abastos supervisados y que el pueblo pague lo mínimo como acto emblemático de superación; el Carnet de la Patria es bueno, pero no puede considerarse de exclusividad para los miembros del partido de gobierno, por lo que todos los venezolanos debemos solicitar el Carnet de la Patria. En síntesis, en esa reestructuración, lo primero que se debería hacer es cambiarle la denominación de partido MUD por Partido Democrático Unido de Venezuela (Pduv).