El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, comenzó la cuenta atrás del último de sus ocho años de Gobierno con la convicción de que dejará a sus compatriotas un país mejor gracias a la paz con las FARC y a los avances sociales, mientras sigue con atención la crisis en la vecina Venezuela.
Para Santos, el régimen que se ha instaurado en Venezuela es “una dictadura”, afirmó en declaraciones a la agencia de noticias española EFE..
“Lo que está sucediendo en Venezuela infortunadamente es una destrucción de la institucionalidad democrática”, dijo Santos, quien consideró que con la Asamblea Constituyente instalada el pasado viernes se creó “una instancia todopoderosa que no guarda ningún respeto por la división de poderes o por la institucionalidad democrática y eso se llama una dictadura”.
Pero a pesar del deterioro político y de la violencia en Venezuela, Santos espera que se pueda encontrar “alguna salida pacífica”, “negociada entre las partes, porque Venezuela se merece una salida que no sea violenta y habrá que insistir -subraya- en esa salida por todos los medios y formas posibles”.
Sobre su futuro tras una vida de servicio público y ocho años en el poder afirmó: “lo primero que tengo totalmente decidido es que no voy a molestar a mi sucesor, no le voy a poner palos en las ruedas y no lo voy a cuestionar, y desde ya le deseo el mayor de los éxitos y si me necesita para cualquier cosa, ahí me tendrá”.
El Premio Nobel de la Paz se retirará de la política y se dedicará “a dar conferencias, a escribir” y a su familia.
Se quedará en el país y creará una fundación para apoyar a las víctimas del conflicto armado “para ayudar a la reconciliación” y para compartir las experiencias de Colombia con otros países.