Cuando hablamos de pecados religiosos, inmediatamente nuestra mente piensa en la desobediencia a los mandamientos.
Sin embargo, hay otras acciones que hace el ser humano que también son prohibidas por Dios, pero como están dentro de costumbres, ritos o tradiciones, no son consideradas como pecados.
Vamos a leer algunos de estos textos de las Santas Escrituras, que pueden ayudarnos a entender lo que a Dios le desagrada y que podemos calificarlos como pecados religiosos.
“Porque sabéis esto, que ningún fornicario o inmundo o avaro, que es idolatría, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios”, versículo 5, capítulo 5, Epístola a los Efesios.
Es importante destacar que para Dios la avaricia es idolatría, lo cual es prohibida por él y las prácticas en honor a imágenes, objetos o cosas que ocupen el lugar de Dios, es uno de los pecados religiosos que más abunda en este mundo.
“Seis cosas aborrece Jehová y aún siete abomina su alma, los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras y el que siembra discordia entre hermanos”, Proverbios 6, versículos 16 al 19.
“Pero los cobardes e incrédulos, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda”, Apocalipsis, capítulo 22, versículo 8.
La Biblia nos enseña a vivir en este mundo, sin caer en fanatismo religioso, costumbres, tradiciones y ritos, que desvirtuan el verdadero sentido de la obediencia a Dios.
El cristianismo no es una religión, es entregar nuestra vida a Jesucristo y recibirlo como Señor y Salvador personal.
Dios te bendiga y te guarde. Hasta el próximo encuentro con La Palabra de Dios. Lic. Beatriz Martínez (CNP 988) beaperiodista@hotmail.com