Dios es el único digno de alabanza, adoración, honores y gloria.
En las Santas Escrituras podemos leer: “Los cielos y la tierra cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos”, Salmo 19:1.
“Tributad a Jehová, oh hijos de los poderosos. Dad a Jehová la gloria debida a su nombre. Adorad a Jehová en la hermosura de su santidad” Salmo 29:1-2.
“Tuya es Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas”, primer libro de Crónicas, capítulo 29, versículo 1.
“Yo Jehová, este es mi nombre y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas” Isaías 42:8.
Pero no solo en el Antiguo Testamento se habla de la gloria de Dios, ya que cuando nació Jesucristo, el Hijo de Dios y con quien e inicia el Nuevo Testamento, fue recibido con un coro de ángeles que cantaban: “Gloria a Dios en las alturas”, Lucas 2:14
El cristianismo no es una religión, es entregar nuestra vida a Jesucristo y recibirlo como Señor y Salvador personal.
Dios te bendiga y te guarde. Hasta el próximo encuentro con La Palabra de Dios.
Lic. Beatriz Martínez (CNP 988) beaperiodista@hotmail.com
