Como consecuencia de las acciones de una jovencita de 14 años de edad, quien presumiblemente viene azotando las viviendas del sector La Ceiba I de la ciudad de Higuerote, en el municipio Brión del estado Miranda, vecinos de este lugar se han organizado para exigir a las autoridades de Policía Municipal y Nacional, así como de la GNB, asumir los controles del caso, dado que hasta ahora entes especialistas en materia de Lopnna, así como judiciales, no han podido poner freno a esta situación.
Durante encuentro vecinal de emergencia sostenido en La Ceiba I, trascendió que la joven que se ha dedicado a introducirse sigilosamente en varias casas, y mantiene en zozobra a habitantes de las calles 2 a la 10 de esta comunidad, presuntamente es hija de un funcionario de la Policía Municipal de Brión.
Al parecer la joven padece de trastorno esquizofrénico, sin embargo, dicha versión presuntamente obtenida por los vecinos a través de familiares de la muchacha, no ha podido ser corroborada.
Llamado al gobernador
La joven estaría actuando algunas veces sola, y otras en compañía de dos muchachos residentes de la zona de El Cocal, hecho que mantiene más angustiados a los vecinos de La Ceiba I, quienes lanzaron llamado directamente al gobernador Héctor Rodríguez, a los efectos de que se activen mecanismos en este sector y se desarrollen las averiguaciones a que haya lugar antes de que ocurra una desgracia en la zona.
El consejo comunal de La Ceiba I ha estado actuando en el caso, elevando la información del caso a los entes jurisdiccionales competentes, dado que la muchacha denuncia presumiblemente saquea viviendas, y al parecer se ampara en el hecho de que su padre es funcionario policial y de que su madre presuntamente ha dicho de viva voz en el sitio, que si alguien toca a su hija ella moverá a media comunidad de San José hasta La Ceiba I.
La adolescente denuncia presumiblemente saca de las viviendas a las que incursiona ropa, calzado, carteras, equipos varios, e incluso comida y dinero.
La comunidad de La Ceiba I no desea llegar al extremo de trancar calles o promover movilizaciones para exigir la acción oficial en el caso, sin embargo, se estaría estudiando esta situación si las autoridades no escuchan su clamor.
Janeth Solórzano
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