Dos paquetes bomba estallaron el lunes en la ciudad estadounidense de Austin, 10 días después de una explosión mortal similar, en tanto la policía de Texas investiga la posibilidad de que los ataques sean crímenes de odio racial.
Un joven de 17 años murió el lunes temprano después de llevar un paquete a su casa y abrirlo, mientras que una residente de la misma dirección resultó herida, informó la policía.
Más tarde, una mujer de 75 años resultó gravemente herida en una segunda explosión, cuando recogió un paquete frente a su casa. Fue hospitalizada en estado crítico pero estable. El 2 de marzo, otro paquete bomba se había cobrado la vida de un hombre de 39 años. AFP